"¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!" exclamaba el rey Ricardo III de Inglaterra, en busca de una nueva cabalgadura durante la batalla de Bosworth.
Lo mismo y sin tener que ser reyes, exclaman nuestros caballistas y amantes de los deportes Western como del tradicional Coleo que tanto se práctican en Venezuela actualmente.
Y es que hablando de jinetes y caballos, Venezuela tiene muy buenos de ambos, mejorando en estos últimos años la calidad genética y el rendimiento, gracias a la selecta importación que desde Texas y otros estados ganaderos de los E.U.A., realizan con gran esfuerzo los criadores venezolanos, de excelentes reproductores de pura raza y registrados, especialmente de la raza Cuarto de Milla Americana.
Sin duda con mejores padrillos y yeguas madres, la cría caballar en Venezuela tiene futuro, beneficiándose la ganadería que no le faltará entonces buenos caballos de trabajo.
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