
Las medidas de condonación de deudas tienen plena justificación cuando la agricultura de un país ha sufrido graves pérdidas como consecuencias de fenómenos ambientales, políticos, técnicos o sociales no atribuibles a los agricultores, en este sentido valdría la pena preguntarse cuales han sido esos fenómenos que hayan ocurrido en Venezuela durante los últimos años. Hasta ahora parece no haber una respuesta cierta que justifique tal decisión.
Lo que si parece resaltar con mucha fuerza en el panorama agrícola nacional, es una mayúscula irresponsabilidad, y porque no decirlo una notoria situación de corrupción, en el otorgamiento y administración de generosos créditos agropecuarios, que en modo alguno contribuyeron a la creación de riqueza agrícola sino que por el contrario sirvieron para acentuar el estado de pobreza y dependencia de los pequeños productores, cuya muestra más evidente la constituye la quiebra del Fondo de Crédito Agrícola, Forestal y Pesquero (FONDAPFA), instituto del cual son deudores la inmensa mayoría de los agricultores perdonados.
Al condonarse las deudas se cierran las posibilidades de averiguar a donde fueron los reales, por eso nos preguntamos ¿a quien beneficia el perdón? Esta, evidentemente, es una práctica que atenta contra valores claves como la responsabilidad frente al uso de los recursos públicos."
Ref. Acción Campesina. Condonación de la deuda agrícola ¿a quién beneficia?. En: Gaceta Rural #75. Los Teques, 30 de mayo/15 de junio de 2008
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