
Si el ánimo es soplo, alma, espíritu, voluntad, energía, valor, intención o esfuerzo, andando por los llanos de Cojedes reflexiono sobre la buena animosidad que caracteriza al llanero. Y es que sin ánimo ¿cómo podría el llanero sabanear y arrear ganado a caballo y trabajarlo toda su vida?
Por eso es que hasta en sus más simples actitudes, el buen ánimo y disposición del llanero se revelan.
Por eso es que hasta en sus más simples actitudes, el buen ánimo y disposición del llanero se revelan.
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