
Al tiempo que observaba la dantesca tala realizada, con música y todo vino a mi memoria, el Himno al Árbol que antes se enseñaba y cantaba en las escuelas: "Al árbol y debemos solícito amor...". Así, para que la Historia lo registre, referimos que bajo la sierra inclemente de la Alcaldía de Maracay, cayeron este verano de 2010 dos frondosos árboles de Laurel de la India, que durante varias décadas sombrearon las aceras de la Maestranza de Toros "César Girón". La otrora llamada "Ciudad Jardín" cuenta ahora con dos señores árboles ménos y dos troncos secos más que esperarán en las aceras de la plaza de toros hasta que algún día, ojalá sea pronto, algún funcionario de ese departamento que creo ahora no existe o no funciona, que antes llamaban Parques y Jardines, de la Alcaldía de Maracay, decida removerlos y con suerte reemplazar los árboles talados. Sirva esta nota para que algún maracayero consecuente con la ciudad y sus árboles, informe debidamente al señor Alcalde de Maracay a ver si se ocupa, como también al Ministerio del Ambiente quién además de otorgar permisos de tala debe supervisar que luego de la misma se remueva el tronco y las raíces, las ramas taladas, y se repongan los árboles talados.
HIMNO AL ÁRBOL
Coro
Al árbol debemos solícito amor
jamás olvidemos que es obra de Dios. (Bis)
El Árbol da sombra, como el cielo fe
con flores alfombras su sólido pie
sus ramas frondosas aquí extenderá
y frutos y rosas a todos dará
II
Él es tan fecundo rico sin igual
que sin el mundo sería un erial
no tendría palacios el hombre ni hogar
ni aves los espacios ni velas el mar
III
Ni santuario digno para la oración
ni el augusto signo de la redención
no existirían flores ni incendio ni unción
ni suaves olores que ofrendar a Dios
Himno al árbol (Venezuela)
Letra: Alfredo Pietri
Música: Miguel Ángel Granado
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