
Trabajemos pues en función de resolver primero lo primero, o sea las necesidades fundamentales de los venezolanos, lo que ciertamente no puede dirigirse ni hacerse a control remoto. Sin trabajo, alimentos, luz, agua, aseo, salud, vivienda, seguridad, respeto a la propiedad privada, etc, a ningún venezolano pueden seguir pintandole pajaritos preñados que parirán mañana. Pierden el tiempo los políticos de gobierno o de oposición que insistan en seguir ofreciéndolos.
Los productores y técnicos del campo aspiramos legítimamente poder trabajar sin acoso ni despojos o interminables controles de precios, para poder producir y aumentar la oferta agroalimentaria. Ciertamente, no hay mañana sin hoy. La situación del país exige que todos los venezolanos, del campo y la ciudad, sin excepción ni exclusiones, nos dediquemos a resolver el hoy.
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