martes, 12 de julio de 2011

De gremios y negocios

Por lo frecuente de la dificultad que atraviesan muchas organizaciones agropecuarias para obtener de la comunidad de miembros el soporte directo del sostenimiento de sus respectivos gremios, el análisis de las principales causas indica una baja percepción de los beneficios que el gremio reporta o creen debe reportarle; problemas de comunicación entre los asociados; y muy especialmente el no ejercicio de sus deberes y derechos.

En esta óptica, puede observarse cierta limitación dirigencial. Considerando a los dirigentes como aquellos asociados cuyo aporte fundamental es el trabajo y tiempo de conducción gremial, de carácter voluntario, y sin remuneración alguna, el financiamiento adecuado de las organizaciones debe permitir su eficaz labor sin que suceda, como es corriente observar en nuestro medio, que los dirigentes tengan que asumir en ocasiones los gastos organizacionales de su propio bolsillo, mientras perseveran en la búsqueda y solución de los problemas comunes de los asociados.

Sion embargo, entre los asociados que mucho esperan y los que solo exigen, son siempre más los que no contribuyen con aporte ni trabajo para la actividad gremial.

En esta situación, la función gremial puede en veces desviarse, al emprender por el camino de los negocios la solución del sostenimiento de la actividad. Esto, no porque hacer negocios en función gremial sea equivocado. De hecho, en el mundo entero muchas organizaciones gremiales agropecuarias modernas así lo practican.

Lo que si es equivocado es hacer o conducir gremios en función de negocios, lo que no es bueno para la dirigencia ni mucho menos para los asociados.

Por ello, entender la función gremial dentro de los objetivos del desarrollo agropecuario de la Venezuela que queremos, es un reto de todos los asociados. Muy especialmente de los que son electos por la mayoría, para la conducción temporal de los gremios.

Quienes somos y qué queremos, definen nuestras metas sociales y productivas. Para un mejor funcionamiento de los gremios agropecuarios, mantener los objetivos sin desviación alguna, indica el camino más sencillo y seguro.

Y para no desgastarse en momentos que consideramos de grandes y necesarios cambios organizacionales, la profesionalización de la gerencia gremial es fundamental. Solo así, podrán dirigentes y asociados canalizar mejor la energías en la búsqueda de los grandes objetivos gremiales, manteniéndose perfectamente claros y definidos los límites entre gremios y negocios.

 Ref. Pedro E. Piñate B. De gremios y negocios. Revista Pecuaria Fedenaga. Año31. Nº 370 p22. Caracas,  1995.


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