Caracas, sábado 15 de diciembre, 2012
PEDRO E. PIÑATE B.
"Ningún consumidor venezolano puede decidir qué carne compra y come o no"
En Brasil tras dos largos años que extrañamente tomó el diagnóstico, se acaba de confirmar este diciembre 2012, por la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), el primer caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Mientras millones de cabezas de ganado fueron sacrificados y su carne consumida localmente o exportadas al mundo sin previo aviso. La situación derivada para los países importadores de ganado y carne de Brasil es de la mayor gravedad. La salud pública y animal es demasiado importante para que los intereses del comercio o la política, superen y falten las fundamentales normas de prevención de enfermedades como la EEB.
Siendo Venezuela el comprador más grande de ganado en pie para matadero desde Brasil, con récord en 2011 de 594.315 cabezas que junto a la carne importada ese año totalizó compras por US$ 735,56 millones, que en 2012 continuaron todo el año, el Gobierno está obligado por ley a examinar objetivamente el riesgo a las importaciones de ganado en pie y carne bovina desde Brasil. La falsa seguridad de un Brasil "libre" de EEB mientras ya estaba afectado, constituye un engaño durante dos años y el estatus libre de la enfermedad, está ahora bajo la larga sombra de duda.
Y mientras el Gobierno decide si suspende o no las importaciones desde Brasil, el mayor riesgo de todos los consumidores de carne, recuerda el derecho a saber qué carne comemos. Como la información de origen o sea procedencia, no se indica a los consumidores de carne en ningún expendio, se nos vulnera el derecho a saber qué carne comemos. Así ningún consumidor venezolano puede decidir qué carne compra y come o no, para proteger su salud y la de su familia, mientras el ganado para matadero y la carne "segura" de Brasil se siguen importando.
http://www.eluniversal.com/opinion/121215/que-carne-comemos
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