Al final de mayo e inicio de junio 2013, en Venezuela es muy preocupante el manejo situacional alimentario. Aparte de lo improbable de lograrse por falta de insumos las metas mínimas de siembras y cosechas, según demuestran las recientes declaraciones oficiales a la prensa, el gobierno pareciera no entender y menos manejar con posibilidad de éxito, la gravedad del desabastecimiento nacional de alimentos por falta de producción como de importación insuficiente o a destiempo. Al menos eso se deriva del anuncio de nuevas inversiones oficiales en gallineros verticales como si no hubiese sido suficiente todo el dinero dilapidado en ellos por la administración del difunto presidente que no tuvo ningún resultado productivo. Por otra parte también causa preocupación el anuncio del cese de las importaciones alimentarias desde Colombia por motivos de retaliación política contra el vecino mandatario. Y es que en el estado de desabastecimiento de alimentos que sufre la población, suspender las compras a Colombia desde donde el transporte hacia Venezuela es económico y rápido tomando menos de 12-24 horas por ser terrestre, solo conduce a agravar la situación. En estas condiciones, al insistir en retomar planes y programas ya probadamente fracasados, como son los fulanos gallineros verticales, y por otra parte cortar una fuente de suministro de alimentos tan segura, próxima y ventajosa, el gobierno se suicida. Algo que no importa mucho a más de la mitad de la población que no votó por el, dado el cuestionado resultado electoral y su ilegitimidad derivada, pero eso que al suicidarse el gobierno por las razones que sean, nos arrastre a todos los venezolanos a mayores vicisitudes y a una muy probable hambruna con explosión social por descontento, es completamente inadecuado e inaceptable. De las primeras necesidades biológicas que tenemos los seres humanos como también los animales, es la comida de la dieta diaria. En el caso de los humanos, tres veces al día: desayuno, almuerzo y cena, sin olvidar la merienda. En Venezuela con 30 millones de venezolanos que alimentarse todos los días, es ineludible la responsabilidad de quién sea gobierno, en asegurar mediante políticas, planes y programas concretos, la plena oferta de alimentos a la población. En ello la producción nacional debe siempre jugar papel preponderante, complementándose y no sustituyéndose como se sigue pretendiendo con importaciones de paso terriblemente mal administradas. Así lo exige la muy preocupante situación alimentaria del país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario