domingo, 2 de septiembre de 2012

Apure "agrícola"

"En el Llano si no media un interés concentradamente persistente, decae forzosamente por agotamiento cualquier trabajo acometido"
Fernando Calzadilla Valdés. 1936
(Por los Llanos de Apure)

 

Sobre el desarrollo agrícola del Estado Apure, debe tenerse siempre presente la existencia de dos zonas o polos geoeconómicos perfectamente definidas: la de San Fernando su capital y la zona geoeconómica de Guasdalito. En ellas se reflejan todas las actividades que se realizan en el Bajo y el Alto Apure, esas dos extensas áreas que conforman el territorio apureño de 76.500 Km2, casi una décima parte (8.3%) de Venezuela, y que se definen perfectamente al este y oeste respectivamente del meridiano sesenta y nueve (69º) que pasa cerca de Mantecal, por debajo y arriba de la curva de nivel de los 80 m.s.n.m., siendo una de sabanas inundables que semejan un mar durante la época de lluvias (el Bajo Apure) y otra de llanos altos mayormente no anegadizos (el AltoApure).

Distantes en línea recta de este límite, San Fernando de Apure se encuentra a 160 km y Guasdalito a 210 km, y aunado al mal estado de las vías carreteras y las distintas relaciones con otras zonas geoeconómicas más próximas y accesibles, un objetivo esfuerzo integrador de ambas zonas debe preceder cualquier esfuerzo de impulsar el desarrollo que por demás debe ser armónico y dirigido a evitar desigualdades que niegan la complementaridad natural del Bajo y el Alto Apure. En ese sentido, debe recordarse como las relaciones con las zonas geoconómicas vecinas como las de Calabozo del Estado Guárico y la de Puerto Ayacucho, Estado Amazonas en el caso de San Fernando, o las de San Cristóbal, Estado Táchira y Barinas, Estado Barinas en el caso de Guasdalito que además se relaciona con el Arauca colombiano, tenderán a mantenerse y profundizarse en el tiempo, contribuyendo grandemente al desarrollo apureño.

Entrando en materia específica del desarrollo agrícola del Estado Apure, es bueno se sepa que su desarrollo ganadero sigue pendiente aún cuando es mucho lo que se ha progresado. Sin embargo, debido a la inexistencia de industrias pecuarias, continúan exportándose los mautes para el levante y engorde en otras regiones del país o inclusive Colombia, y el ganado de descarte se beneficia en mataderos tan distantes como los del Centro del país. También la leche pasteurizada y otros productos lácteos procesados que se consumen con buena demanda en Apure, vienen de fuera del estado. Y estando tan relacionados el agro y la cría, aquellos interesados en desarrollo agrícola específicamente, no pueden dejar pasar inadvertido el hecho de que falta mucho por hacer en materia de ganadería e industria pecuaria. Afortunadamente y sin ir muy lejos, existen ya buenos ejemplos de desarrollos ganaderos y bufaleros en Apure, que no dejan escapar el valor agregado de la producción a otras regiones.

Concretamente, en el Bajo Apure, ya se levantan y ceban en apenas dos años, novillos y toros de la mejor raza y cruce hasta el peso de beneficio, gracias al riego y drenaje de las sabanas inundables mediante diques y módulos, como la aplicación exhaustiva de la zootecnia y la agronomía. También en Biruaca se produce en escala industrial, la más fina mozarella de búfala que ya no necesita ser importada de Italia, allí mismo en pleno llano y sabana inundable.También existen otros esfuerzos interesantes en el aprovechamiento de la fauna, como en el caso del chiguire, producido en Mantecal, que explotado racionalmente y con sentido conservacionista, ya no se vende en salones, sino en higiénicas porciones empacadas al vacío, con marca y etiqueta de origen, todo bajo estricto control sanitario.
Y la industria del cuero del caimán, no se queda atrás, produciéndose finos cueros y productos calidad de exportación, ahí mismo en San Fernando.
Así que pueden tomar nota los interesados en promover el desarrollo agrícola del Estado Apure que el esfuerzo ganadero continúa, necesitando se estimule mucho más las labores agrícolas en la entidad.

Para ello es fundamental se considere, las obras públicas de vialidad y mantenimiento de carreteras y caminos, y las obras de ingeniería hidráulica necesarias para asegurar las áreas disponibles para los cultivos y reducir las pérdidas de las cosechas, habida cuenta de las grandes extensiones que se mantienen a riesgo de inundación. A manera de ejemplo, en San Fernando de Apure, el río bordea un área de 250 mil hectáreas agrícolas, donde hay siembras de cereales, maíz, frijoles.
El programa de los Módulos de Apure sobre 300.000 hectáreas de sabanas inundables y que con tanto entusiasmo se acometió al principio, es un buen ejemplo de por donde comenzar cualquier nueva iniciativa pública o mixta del desarrollo agropecuario en la entidad llanera.

En cuanto a los cultivos a promover, los anuales y semipermanentes como el maíz, la yuca, el algodón y los granos leguminosos - caraotas, frijoles y quinchonchos, asi como el arroz, son de vocación rápida de mejorar y estimular, siempre que se considere el costo- eneficio de su producción habida cuenta algunas desventajas de la producción tradicional apureña por la falta de silos y secadoras, la incidencia de los fletes de los insumos y cosechas, lo pequeño y muchas veces disperso de las siembras. También están el cambúr y el plátano que en el Alto Apure cuentan con mejores posibilidades, y esto sin dejar nunca de lado al ocumo y el ñame acompañantes obligados del hervido de res o de gallina o el más sustancioso "cruzado".

Por otra parte está la caña de azúcar, cuyo cultivo en Apure contribuiría a disminuir el déficit crónico del rubro e impulsar la economía llanera, requiriendo de la construcción de un central azucarero y la organización de los agricultores. Y en cuanto al tabaco, que alguna vez se sembró en Apure, todo está por hacer si devuelta a su cultivo hay perspectiva. En todo esto, debe propenderse a la integración vertical de las distintas producciones, e inclusive de los pequeños y medianos productores, que siempre deberán sacar cuentas antes de soñar sembrar, aun contando con el apoyo de organismos públicos. Como regla general, no debiera insistirse en sembrar en Apure, rubros que puedan importarse más baratos desde otras regiones e inclusive la vecina Colombia. Eso en atención al reto y principio de la competitividad, algo que muchos responsables de la planificación, proyectistas del desarrollo nacional y regional, tienen a olvidar, al igual que los políticos populistas en procura de votos.

Por otro lado está la situación muy particular de las siembras de subsistencia y los conucos, las cuales contribuyen sin duda al giro de la comunidad y no pueden dejarse a un lado su atención por razones sociales, mientras tal vez pueda volverse en algunos hatos, a considerar más seriamente el cultivo, "la vega" y los vegueros, habida cuenta de los crecientes costos de las compras de alimentos en el mercado, pero por supuesto sujeto, a contestarse cada quién cuánto cuesta o cuan ventajosos es producir el rubro o rubros que se intente en la finca.

En todo caso, es muy importante el esfuerzo educativo y de extensión agrícola entre los productores pequeños, medianos o grandes, y como parte elemental de las tareas a emprender del desarrollo agrícola apureño. Lamentablemente no existen en Apure, estaciones experimentales agrícolas con sus campos de demostración. Tampoco se hace mayor investigación agrícola, mientras en Maracay, cientos de expertos del INIA o las facultades de Agronomía y Veterinaria, y sobretodo a sus directores y decanos, hace tiempo que se les olvidó donde queda el estado Apure, mientras que nadie de Apure va expresamente a buscarlos y para allá llevárselos a enseñar e investigar lo que se necesita. De manera que a todos los interesados en el desarrollo agrícola de Apure, los exhorto a asesorarse bien y no perder tiempo pensando en pajaritos preñados. Entre lo que se piense y planifique hacer y lo que se haga efectivamente en función de un Apure agrícola, es de advertirles que más que del esfuerzo político en que muchas veces se empecina por inercia la comunidad acostumbrada al paternalismo del Estado, el progreso agrícola dependerá de cuantos empresarios pequeños, medianos y grandes, pueda Apure atraer para la inversión productiva.

Esto sin dejar por fuera con similar prioridad a los mismos apureños, que sin bien puede que luzcan de momento indecisos por las razones del entorno político nacional, conocen mejor que nadie de la potencialidad que ofrece Apure para las actividades agropecuarias. También para las pesqueras y forestales que dejé para comentar de último, mientras recordaba los nombres de las especies de río que complementan la dieta del llanero y son muy demandados en otras regiones: el bagre, el rayado, el coporo, el dorado, el cajaro, el laulau. Y en el caso de la explotación forestal apureña, la sola extensión de la reserva de San Camilo con cerca de 450.000 hectáreas, dice mucho de la cantidad y especies madereras explotadas y explotables en la entidad llanera, actividad con rango y jerarquía propia dentro del Apure "agrícola" que visualizamos en el futuro que es ya.

Llanos de Apure: "Tierra abierta y tendida, buena para el esfuerzo y para la hazaña, toda horizontes, como la esperanza, toda caminos como la voluntad." (Rómulo Gallegos).

Ref. Pedro E. Piñate B. Apure "agrícola". Notas Agropecuarias Venezuela. Ultima hora - Maracay, miércoles 10 de septiembre de 2003.

No hay comentarios.: