domingo, 14 de octubre de 2012

Castigo al campo

En Venezuela desde 1999 a la fecha, es incontable la lista de despojos y desmanes agrarios perpetrados contra los propietarios de fincas privadas que estoicamente todavía producen. En esa destructiva labor conocida como terror agrario, destacan oscuros funcionarios por todo el país y los del campo conocidos. De todos ellos, Loyo y Jaua, como ministros de Agricultura y Tierras - MAT, y presidentes del Instituto Nacional de Tierras - INTI, han sido los más terribles ejecutores del terror agrario. También los mayores impulsores de la agricultura de puertos que no por casualidad también arruina al campo y los del campo.

Por eso los turnan y rotan. Si recordamos apenas fue en enero 2012 que procedió la salida de Loyo y el nombramiento de Jaua nuevamente como ministro de Agricultura y Tierras. Ahora en octubre sacan a Jaua y devuelven a Loyo. Desvirtuado en la misión y visión de un verdadero ministerio y ministro de Agricultura, este nombramiento es un verdadero castigo al campo. También es un insulto a la memoria de Franklin Brito y una pésima señal a los agroinversionistas.

Loyo quién el 17 de diciembre de 2010, con pistola al cinto y vistiendo franela Che Guevara, dirigió el despojo a punta de fusil de 47 fincas en el Sur del Lago, es rechazado entre la mayoría de productores del campo. Destacado en sus abusivos despojos en todas las regiones, arrasó además con Agroisleña. Sobre Loyo y Franklin Brito, las palabras de su esposa Elena dicen todo: “Yo le pedí al ministro que si iban a arreglar el problema que no mandara a nadie a hablar con Franklin, que le viera la cara si era que él podía engañarlo nuevamente" "Y Loyo fue, le dijo que todo se iba a resolver, que pusiera de su parte y nunca más volvió". Brito al final llegó a pesar 33 kilos. Brito el agricultor que solo pidió justicia, es eterna carga de conciencia.

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