
"Mientras tanto crecían las protestas de los que creían que Allende estaba llevando al país al borde de una catástrofe económica. Ya a finales de 1971, durante la visita de Fidel Castro a Chile, apareció la primera señal del descontento cada vez más general con la gestión del gabinete ministerial. Las amas de casa de Santiago, abrumadas por la escasez de alimentos en las tiendas oficiales y por los precios astronómicos en el mercado negro, salieron en masa a las calles de la capital, batiendo las cacerolas vacías (en la llamada marcha de las cacerolas vacías) a modo de protesta contra la política del presidente marxista que hablaba de la justicia social y, sin embargo, no era capaz de abastecer a su país de alimentos. La visita de Castro, que se prolongó casi por un mes, tuvo sus repercusiones también en las relaciones exteriores de Chile. El presidente norteamericano, asustado ante los contactos oficiales de Allende con el peor enemigo de EEUU en el Hemisferio Occidental, decretó un embargo económico y financiero contra Chile, lo cual iba a dañar notablemente la ya bastante deteriorada economía del país." (...)
"La visita de Castro ocasionó además una aguda polarización de la sociedad chilena. Castro hablaba de la necesidad de «acelerar la revolución» y tachaba a la oposición de derecha y de centro de «fascistas». Ahora parecía que en Chile convivían dos pueblos distintos, frente a los «fascistas», que culpaban a Allende de la manipulación de los resultados electorales, de la preparación de una revolución marxista o incluso de una guerra civil, estaban los «upelientos», que todavía representaban una fuerza considerable[26] y apoyaban a «su presidente». En todo caso, hasta los optimistas más empedernidos entre los «upelientos» tenían que reconocer que después de unos veinte meses de gobierno marxista el país estaba a dos pasos de un colapso económico y social. Tanto la producción industrial como la agrícola disminuyeron de una manera alarmante, se redujeron notablemente los beneficios procedentes de la extracción del cobre, las reservas de divisas del Banco Nacional casi dejaron de existir y la inflación ya se salió del control de los economistas de Allende. Los costes de vida aumentaron entre 1970 y 1973 en el 705 %, la inflación en los primeros seis meses de 1973 se disparó al 500 %.[27] Todo esto tuvo graves repercusiones en la escena política, donde ahora la rivalidad más aguda se daba entre las dos principales fuerzas de la coalición gobernante, es decir, entre los socialistas y los comunistas."
Ref. Jiří Chalupa . El Chile de Eduardo Frei y de Salvador Allende (Dos modelos políticos ensayados en Chile en la segunda mitad del siglo XX). http://oldwww.upol.cz/res/ssup/hispanismo4/hisp4-chalupa.htm
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