"En 2000, el Programa mundial de alimentos emprendió una campaña mundial de alimentación escolar a fin de obtener apoyo para actividades de ayuda alimentaria destinadas a la educación. Los programas de alimentación escolar y de «raciones para llevar a casa» redundaron en un aumento de las tasas de matriculación y de asistencia, una disminución del abandono escolar y un mayor rendimiento de los alumnos. La alimentación escolar sirve de incentivo y catalizador para otras actividades de desarrollo. Tanto los donantes como los gobiernos deben centrarse íntegramente en las necesidades fundamentales, incluidas las condiciones mínimas para que un niño aprenda: un lugar seguro, un maestro, alimentos nutritivos, los materiales didácticos básicos, agua potable, servicios sanitarios para niños y niñas y tratamientos médicos sencillos."
Ref. Arlene Mitchell. School feeding: now more than ever. En: Alimentación,
Nutrición y Agricultura, no. 33 2003 , pp.6-10
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/006/j0243m/j0243m01.pdf
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