martes, 10 de abril de 2007

Como en Cuba y Zimbabue

Tal como en Cuba y Zimbabue, avanza en Venezuela la estatización a punta de fusil de todas las fincas privadas. Para ello primero bandas de oficialistas invaden las fincas productivas que son las de mayor atractivo pues todo está hecho. Organizados en “cooperativas”, el gobierno les provee entonces de todo tipo de ayudas, inclusive custodia militar.

Mientras, los propietarios desposeídos a la fuerza de sus tierras y bienes, son además sujetos de amenazas de muerte por los invasores, siendo su fincas en cuestión de días intervenidas por el Instituto Nacional de Tierras, quien las reparte cual botín de guerra, mediante múltiples permisos de ocupación a los invasores.

Esto sin permitir mayor defensa al propietario, ni inventariarse sus bienes y mejoras realizadas. Así desde 1999 a la fecha, ocurre en Venezuela la mayor arbitrariedad y abuso de poder que gobierno electo alguno haya efectuado contra los productores del campo venezolano, como es la estatización a punta de fusil de las fincas privadas. Para ello el gobierno recurre a la xenofobia, afectándose las fincas de propietarios de origen extranjero con la excusa de ser repartidas entre “afrodescendientes”.

Por todo esto, es severa la caída de la inversión, la producción y productividad del campo venezolano, que debe ser cubierta con masivas importaciones de alimentos. En estas circunstancias, Venezuela sufre ya de una crisis agroalimentaria que va en aumento, porque sujeto al terror agrario, el sector productor privado desaparece. Por otra parte, el gobierno es incapaz de producir siquiera huevos en sus gallineros verticales, o legumbres en sus huertos organopónicos. Tampoco azúcar en los obsoletos centrales cubanos que instala como nuevos.

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