Por eso nos preguntamos submarinos rusos para qué? La única guerra para la cual debería prepararnos es la de derrotar la hambruna que se ve venir de seguir el Gobierno con esas políticas fracasadas y esa solo se gana produciendo competitivamente en Venezuela, la mayor parte de los alimentos que hoy y mañana los venezolanos requerimos.
Y hablando de rusos y de Rusia, es preciso recordar como el desabastecmiento de alimentos y particularmente de la leche, precedió al fin del comunismo y la desintegración de la Unión Soviética. Ocupados por décadas en el armamentismo y la carrera nuclear, tras acabar con la propiedad e iniciativa privada, el fracaso del colectivismo determinó la hambruna entre la población que descontenta finalmente decidió el fin del sistema comunista.
Por todo esto, en base a las lecciones que dejó al mundo la imagen transmitida de Moscú sin leche (6 de enero de 1991) , nada ha aprendido la Venezuela de hoy que compra submarinos rusos (14 de junio de 2007), mientras el desabastecimiento de alimentos es ya nacional.
Concluímos por tanto en que es del todo insana la obsesión y el gasto armamentista gubernamental, ante tantas otras prioridades de gasto e inversión, como son las de agricultura y alimentación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario