Según la definición propuesta por la Comisión del Codex Alimentarius, "La agricultura orgánica es un sistema global de gestión de la producción que fomenta y realza la salud de los agroecosistemas, inclusive la diversidad biológica, los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo. Hace hincapié en la utilización de prácticas de gestión, con preferencia a la utilización de insumos no agrícolas (...) Esto se consigue aplicando, siempre que es posible, métodos agronómicos, biológicos y mecánicos, en contraposición a la utilización de materiales sintéticos, para desempeñar cualquier función específica dentro del sistema"
La FAO de acuerdo a Jacques Diouf, Director General (2/), no tiene ninguna razón para creer que la agricultura orgánica pueda sustituir a los sistemas agrícolas convencionales para lograr la seguridad alimentaria mundial.
La agricultura orgánica “Produce alimentos sanos y nutritivos –añadió- y representa una creciente fuente de ingresos para países desarrollados y en desarrollo. Pero no se puede alimentar a seis mil millones de personas hoy en día y a nueve mil millones en 2050 sin un uso sensato de productos químicos.”
Como regla general, la agricultura orgánica prohíbe el uso de productos químicos. Casi 31 millones de hectáreas, o aproximadamente el 2 por ciento de las tierras agrícolas a nivel mundial, fueron cultivadas de forma orgánica en 2005, generando unas ventas de unos 24 000 millones de dólares EE.UU. en la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Asia en 2006.
Según la FAO, los datos y modelos respecto a la productividad de la agricultura orgánica frente a la convencional, demuestran que la capacidad de la agricultura orgánica no es suficiente para alimentar a la población del planeta.
Los alimentos producidos orgánicamente generalmente alcanzan precios más altos que los producidos convencionalmente y por tanto representan una buena fuente de ingresos para los agricultores. Sin embargo, deben reunir ciertos requisitos en su cultivo y calidad y requieren creación de capacidad, grandes inversiones y organización eficiente a lo largo de las cadenas de producción y comercialización, lo que los sitúa fuera de alcance para muchos agricultores con pocos recursos de países en desarrollo.
Ref. 1/ FAO. La agricultura orgánica. Enfoques 1999. http://www.fao.org/AG/esp/revista/9901sp3.htm
2/ FAO. La agricultura orgánica puede contribuir a la lucha contra el hambre. Roma, 10 de diciembre de 2007
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