Allá en Perijá, estado Zulia, son muchas las denuncias de guerrillas, paramilitares y bandoleros, que vienen y van por la Sierra de Perijá secuestrando ganaderos impunemente. Ultimamente hasta a un alcalde oficialista se vió y filmó en Villa del Rosario abasteciendo los arreos de mulas que cargan las provisiones del abastecimiento a los guerrilleros.
Por eso, ante la inacción y la vista gorda del Gobierno, más interesado al parecer en sostener y ahondar sus relaciones con la narcoguerrillas terroristas FARC y ELN, cada vez se devela más el incumplimento del deber por quienes tienen la misión de brindar seguridad y protección a los venezolanos.
Sirvan entonces al caso, para la reflexión y debida respuesta en los diversos componentes de la Fuerza Armada Nacional (FAN), las declaraciones a los medios efectuadas por el ganadero Enrique Govea, padre de Edixon Enrique Govea Ballestero, ganadero y administrador de la finca Las Violetas, secuestrado en Perijá, estado Zulia el martes de Carnaval. Ellas reflejan la cruda realidad el estado de abandono en que se encuentran nuestros productores de las zonas fronterizas. Leamos:
“Nunca hemos recibido amenazas de nadie, de que pagaremos vacuna ni nada; sin embargo, por seguridad pedíamos escoltas en las fuerzas militares y nunca nos la dieron” (Panorama 06/02/08).
"Antes uno solicitaba protección a los cuerpos de seguridad y nos la daban. Ahora eso se ha puesto muy difícil, llega uno a solicitarla y espera hasta dos horas y luego le dicen que no hay. Lo que vive el sector ganadero no es cualquier cosa. Estamos amarrados con esta delincuencia" (La Verdad 06/02/08).
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