
A partir de la base de datos sobre el suelo, la FAO ha producido un mapa mundial sobre la presencia de carbono (Carbon Gap Map, en inglés), que permiten la identificación de áreas en las que el almacenamiento de carbono en el suelo es mayor y aquellas con el potencial para fijar miles de millones de toneladas de carbono en suelos degradados.
La información sobre el suelo ha sido con frecuencia escasa, y su ausencia ha dificultado la predicción del potencial y los problemas para la producción de alimentos y fibras, así como la capacidad del suelo de fijar el carbono y actuar como sumidero.
Hasta ahora, los mayores esfuerzos para gestionar los gases de efecto invernadero a través de la agricultura se han centrado en la fijación de carbono a través de la plantación de árboles, ya que la cantidad de carbono que puede fijarse así es importante.
Sin embargo, cada día existe un interés mayor en hallar formas para aumentar la retención del carbono en el suelo. Los suelos pasan por contener las mayores reservas de carbono en su ciclo terrestre, aunque las diversas valoraciones sobre su magnitud varían mucho.
El suelo puede ser una fuente o un sumidero de gases de efecto invernadero, en función del uso que se realice. Para la absorción a largo plazo, el carbono orgánico debe de almacenarse en suelos de escasa rotación.
Ref. FAO Nueva base de datos mundial sobre el suelo. Roma, 21/07/08 http://www.iiasa.ac.at/Research/LUC/luc07/External-World-soil-database/HTML/index.html
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