sábado, 10 de enero de 2009

Agricultura, ajuste y recesión

"En 2009 las importaciones de alimentos serán más costosas debido al incremento del dólar"

Tras la fuerte baja del precio del petróleo, la severa reducción del ingreso de divisas que confronta Venezuela confirma que no podía escapar de los efectos de la crisis financiera que, antes de despedirse 2008, condujo a la recesión a las principales economías del mundo. Por eso deben llegar a su fin las políticas que, a expensas del boom petrolero, pretendieron mantener el país al margen de la economía global con total distorsión de la realidad económica nacional. Mientras, un altísimo costo político tendrá que pagarse, porque inevitablemente dentro de ese ajuste macroeconómico que se ve venir para hacerle frente a la recesión, deberán desmontarse todas aquellas medidas vigentes de política económica que no sean sostenibles.

De allí que antes que el ajuste y la recesión nos alcancen, conviene saber que puertas afuera de las fincas agropecuarias en todo el mundo, se suceden preocupantes cambios en los costos y precios de los productos agrícolas. Por un lado suben los costos y por otro bajan los precios de los productos agrícolas transables o "commodities ", que son fijados a libre oferta y demanda por los distintos mercados de referencia. De cómo esto afecta a los productores del campo en los distintos países, ya en EEUU como informó el New York Times en su edición del viernes 2 de
enero, se acumulan los excedentes de leche en polvo que sólo el gobierno federal compra a 80 centavos de dólar la libra. La menor demanda internacional de leche y subproductos, ha conducido a una caída estrepitosa de los precios internos, previéndose que en breve serán miles las vacas lecheras que se convertirán en carne de hamburguesas. Esto a la par que el Departamento de Agricultura de EEUU espera, caigan también las exportaciones de maíz, trigo, soya y cerdo.



Mientras en Venezuela no está nada clara la perspectiva agrícola 2009 para los productores del campo, que aún así muestran su mejor disposición a persistir en las actividades agropecuarias. Les preocupa en particular el cómo serán los ingresos frente a los crecientes costos, con bajos precios controlados y subsidios en veremos a unos pocos rubros, lo que compromete la ya bajísima rentabilidad de las explotaciones. Y en cuanto al crédito agrícola, especialmente de la banca privada, preocupa su disponibilidad y cuáles serán las nuevas condiciones para el
endeudamiento y pago en tiempos de ajuste y recesión.


En 2009, debido a la recesión global y el incremento del valor del dólar, las importaciones de alimentos serán más costosas. Por eso es importante que se anuncien temprano las medidas de ajuste, junto a planes y programas concretos para incentivar nuestra agricultura.

Ref. Pedro E. Piñate B. // Agricultura, ajuste y recesión. El Universal. Caracas, Sábado 10 de enero de 2009. Opinión.

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