
Al respecto en Venezuela, conviene saber que aquí también el hambre entre la población puede deteriorarse más a medida que la crisis financiera global golpee nuestra economía, tal como ya se vislumbra con el derrumbe de los precios del petróleo y los ingresos por su venta que percibe el país. Así la segunda semana de diciembre, cuando el barril de petróleo venezolano cerró a 31.36 dólares, desde el Ministerio de Energía y Petróleo, se reconoció que “las perspectivas son de la desaceleración de la economía mundial provocará una baja pronunciada en el consumo de energía durante el 2009.”
En estas condiciones es muy importante considerar, que en los próximos 5 años, o sea para 2013, la población total de Venezuela superará los 30 millones de personas. Para entonces, como quiera que comer tres veces al día es legítima aspiración ciudadana, el esfuerzo oficial y privado deberá ser desde ahora más que extraordinario para asegurar diariamente los 90 millones de platos de comida de los venezolanos.
Con ese objetivo impulsar la agricultura y las fuentes de empleo es decisivo, para que la mayoría de la población adquiera los alimentos con el dinero producto de su trabajo y no a expensas del Estado. Así el auxilio social y nutricional podrá ser redirigido solo a los vulnerables y desposeídos.
Ref. Pedro E. Piñate B. La alerta del hambre. Notas Agropecuarias Venezuela. 3 de enero de 2008.
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