domingo, 5 de abril de 2009

Si en vez de luchar nos adaptamos

Este domingo 5 de abril de 2009, desde Maracaibo, los medios de comunicación confirman la liberaciòn del productor agropecuario Humberto Rincón Pérez de 64 años, secuestrado hace más de un mes de su hacienda "La Fortaleza" ubicada en la carretera El Guayabo-Encontrados, del municipio Catatumbo, estado Zulia. La vuelta a la vida y a la libertad del productor secuestrado es noticia que todos en el sector agropecuario celebramos. Sin embargo queda en el campo y en la frontera, el desaliento , la frustración, e inclusive la rabia, de saber que los delincuentes que han hecho del crimen organizado del secuestro la más rentable "industria" del país, siguen victimando impunemente al productor del campo, su familia y trabajadores.

De como el gremio nacional de ganaderos ha enfrentado y seguirá enfrentando hasta que cese la "industria" del secuestro en Venezuela, es valioso testimonio el remitido publicado hace 14 años, en el diario El Universal, del miércoles 5 de abril de 1995, firmado por el siempre recordado líder ganadero Zeilah Carrasco, para ese entonces Presidente de la Federaciòn Nacional de Ganaderos de Venezuela - FEDENAGA. En ese remitido titulado "Nosotros siempre los dijimos, ESTAMOS DE ACUERDO", se precisaba entre otras importantes consideraciones, las siguientes:

"La Patria comienza y termina en esta importante zona (La Frontera), donde por demasiado tiempo, hemos erróneamente utilizado la misma palabra - inseguridad- para identificar dos situaciones distintas. La inseguridad urbana no es la misma inseguridad fronteriza: no deben compararse ni, mucho menos, manejarse por las mismas organizaciones y las mismas personas utilizando conceptos similares. Un problema policial, criminal y urbano no es lo mismo que un problema de Soberanía, de Estado y Fronterizo. La causa, la parte actora, la manifestación y la consecuencia son distintas. Por eso, cuando un Presidente, un Ministro, un Alto Oficial o Funcionario, con un Congresante, un Gobernante o un Ciudadano común, al referirse a la "inseguridad" coloca en la misma oración al asaltante citadino y al extorsionador rural, está cometiendo un error de forma y fondo. Con que el Estado venezolano reconozca y defina el problema de inseguridad fronteriza como un problema de Estado, de pérdida de soberanía que no podrá resolverse a menos que se defina como tal, se tomen todas las medidas necesarias y se ponga en práctica cara a cara con la verdad, estamos de acuerdo." (...)

"Si no nos unimos: el sector oficial y el privado, el país político y el país nacional, la Sociedad Civil y las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado; si no aceptamos el desafío - con positivismo, valentía y creatividad- de determinar y ejecutar las medidas que sean necesarias; si, en vez de luchar nos adaptamos, estaremos, entonces , aceptando el antidesarrollo, de la anarquía y el deterioro de nuestro país".

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