
Por eso en la Región Central se sufre por sus incompetencias. Como en el caso del contaminado lago de Valencia, que otrora fue segundo de agua dulce de Venezuela. Con una extensión de 350 km2, sus aguas hoy tóxicas no tienen uso doméstico, agrícola o industrial. En él no hay pesca, navegación, deportes, recreación ni turismo posibles, quedando sólo para la vergüenza y obligada reflexión nacional. Un extraordinario recurso natural está perdido por la desidia e incompetencia de quienes en el pasado no cumplieron y los que en el presente no cumplen con su deber, ni hacen cumplir las leyes y reglamentos para la recuperación y la conservación del lago de Valencia.
Así un abusivo procedimiento agrario dispuesto por Agricultura, hoy amenaza la Zona Protectora del lago de Valencia estipulada en dos kilómetros, sin que al parecer Ambiente se entere. La única Zona Protectora existente cuenta en la hacienda Santa Clara con 470 añejos árboles samanes sembrados y cuidados, además del cinturón verde de 230 hectáreas de cañaverales que la rodea. Todo esto está amenazado de destruirse dizque para "sembrar hortalizas". Porque será un ecocidio talar los samanes de la Zona Protectora y acabar los cañaverales a su alrededor para establecer conucos y rancherías, la Guardería Ambiental debe prevalecer.
Ref. Pedro E. Piñate B. Agricultura Vs. ambiente. El Universal - Caracas, Miércoles 13 de mayo de 2009. Opiniónhttp://www.eluniversal.com/2009/05/13/opi_art_agricultura-vs.-ambi_1382972.shtml
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