
De estos otrora productivos hatos ahora estatizados, uno por negociación "amistosa" y otro a punta de fusil, es conocido y probado que su desarrollo e infrastructura tiene la mejor utilización y aprovechamiento es para la cría sustentable de ganado, o sea en armonía con el ambiente. De allí los cientos de gandolas de ganado de cría y matadero que por décadas en estos dos hatos se produjeron y despacharon, además del aprovechamiento racional de la fauna silvestre - todo el tiempo supervisado por la Guardería Ambiental.
En base a esto puede aseverarse que es ecológicamente incorrecto no analizar el impacto ambiental que tendrán las siembras planteada de arroz en gran escala y debido a los agroquímicos y la mecanización que le acompañan. También es incorrecto que el MAT no lo consulte o que el Ministerio del Ambiente opine técnicamente - sin que medie la política, al respecto.
Ciertamente hoy más que nunca la fauna llanera y flora que en esos hatos hasta la fecha de su expropiación ha tenido refugio y cuido seguro de los depredación, está en peligro de extinción. La responsabilidad del ecocidio que se cometerá sembrando arroz en escala en los hatos El Cedral y El Frío, tiene entonces nombres y apellidos. Sirva esta nota de llamado público a los altos funcionarios del Ministerio de Agricultura y Tierras, del Ambiente, como a la Vicepresidencia e inclusive la Presidencia de la República, a detener este plan oficial por ignorante y desconocedor práctico de nuestro llano, que acelera la destrucción de la fauna y flora llanera. La depredación ambiental que el MAT se propone no tiene excusa y es delito.
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