viernes, 28 de mayo de 2010

Mataron a Peter

Mataron a Peter, si a Pedro Padilla, el ganadero, médico veterinario, amigo, esposo y padre de familia. Mataron a Pedro Padilla, el ciudadano, el empresario, el gremialista, el productor de alimentos, el hacedor de fuentes de empleo y bienestar para su comunidad y el país. En el Táchira como en Apure y Barinas, y en toda Venezuela, el progreso de la ganadería hoy tiene mucho que ver con su obra profesional y gremial. Por eso la ganadería y veterinaria venezolana hoy viernes 28 de mayo de 2010 amaneció de duelo. Como vemos, en Venezuela la industria del secuestro y la extorsión no para. Tampoco el resto de la delincuencia organizada o común, incluyendo el bandolerismo y guerrillas. La Venezuela honesta y que trabaja por un país mejor, sigue a merced de la delincuencia que impune mata, secuestra, extorsiona, atraca, etc. Ante ello el Estado continúa ineficiente y no precisamente por falta de recursos, sino de voluntad política para enfrentar y derrotar a ese enemigo llamado delincuencia. Mientras, el país se desangra y sus hombres de trabajo como Peter, pierden la vida a manos de la delincuencia. Por eso nadie puede quedarse de brazos cruzados y debe hacer un hábito de la prevención del crimen y del rechazo a toda forma de violencia, venga de donde venga. En un país donde los criminales reinen, no hay progreso posible porque no hay posibilidades de vivir y trabajar en paz, como gente civilizada y la gente honesta y trabajadora no tiene posibilidades. Por eso el pr0blema de la inseguridad que aqueja a Venezuela debe enfrentarlo el Estado que somos todos. Mataron a Peter, pero no mataron la fe en un país mejor. En vida Pedro Padilla fue ejemplo de valentía y coraje; hombre que no se amilanaba fácilmente. Tras regresar de su secuestro, cuando se lo llevaron en Guasdalito, se reintegró inmediatamente a sus actividades empresariales de la ganadería. Siguió viviendo en San Cristóbal con su distinguida familia, y continuó participando activamente en las actividades gremiales de apoyo al desarrollo agropecuario y agroalimentario regional y nacional. A Pedro Padilla, el secuestro renovó su determinación a trabajar y luchar por un país mejor. Peter como lo llamamos sus amigos, murió asesinado defendiéndose valientemente y a su familia, durante un vil ataque tipo comando en su residencia. Confiamos que su muerte no sea en vano, y con esta nota exhortamos a todos nuestros amigos ganaderos a cuidarse mejor y a sus familias. Descansa en paz Peter, tus amigos del campo, tus compañeros de promoción en la UCV, tus colegas, no te olvidaremos. La Venezuela ganadera está de duelo.

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