martes, 15 de junio de 2010

Reformada Ley de Tierras ignora fracaso comunista cubano

Este junio de 2010 cuando en Venezuela se aprueba una nueva reforma de la comunista Ley de Tierras, violando una vez más el espíritu, texto y mandato democrático de la Constitución Nacional vigente desde 1999 y cuya reforma fue negada por la mayoría de venezolanos en Referendum perdido por su proponente el gobierno, es importante conocer como al igual que en Cuba, 50 años más tarde se intenta instaurar el comunimo en Venezuela contra el mandato constitucional y la voluntad del pueblo. A efecto se utiliza la Ley de Tierras y el atropello de los propietarios de fincas se asume, inspirados en la reforma agraria cubana y su ejecutor más cruel: el Che Guevara. De allí nada mejor que su propia narrativa para conocer como se planteó criminalmente la reforma agraria cubana. De las confiscaciones, fusilamientos, encarcelamientos, exclusión y exilio forzoso de miles de propíetarios de fincas en Cuba, dan cuenta hoy más de dos millones de cubanos exilados y sus descendientes en todo el mundo. Del terror y hambre resultante de semejante reforma agraria, dan cuenta los diez millones de cubanos que permanecen con el país por cárcel, bajo el yugo de una dictadura comunista senil, mantenida con el dinero que se le roba a los venezolanos. Desgraciadamente mientras los dictadores Castro este 2010 finalmente han "descubierto" que todas las tierras en manos del Estado cubano se encuentra ociosas, y proceden a distribuirlas para su explotación privada para hacerlas productivas, en Venezuela la Asamblea Nacional controlada por el gobierno, aprueba una nueva reforma a la Ley de Tierras para seguir confiscando a los propietarios de fincas e inclusive asumir el Estado directamente las función productiva, cuando cerca de 3 millones de hectáreas confiscadas en manos del Estado están ya ociosas además de las 10 millones de hectáreas que heredaron del desaparecido Instituto Agrario Nacional. De allí que productores y técnicos del campo venezolano estamos claros, que la nueva reformada Ley de Tierras a nadie engaña y solo se dispone para allanar el camino hacia la pretendida implantación del comunismo en Venezuela, que la mayoría de venezolanos rechazamos y además por anticonstitucional. Leamos entonces al Che Guevara cuya versión criolla se disputan en el MAT-INTI algunos comunistas trasnochados:


"Acabábamos de llegar a Las Villas y nuestro primer acto de gobierno antes de establecer la primera escuela, fue dictar un bando revolucionario estableciendo la Reforma Agraria, en el que se disponía, entre otras cosas, que los dueños de pequeñas parcelas de tierra dejaran de pagar su renta hasta que la Revolución decidiera en cada caso. De hecho avanzábamos con la Reforma Agraria como punta de lanza del Ejército Rebelde. Y no era una maniobra demagógica, sino simplemente que en el transcurso de un año y ocho meses de Revolución, la compenetración entre los dirigentes y las masas campesinas había sido tan grande que muchas veces ésta incitaba a la Revolución a hacer lo que en un momento no se pensaba. No fue invento nuestro, fue conminación de los campesinos. A ellos los convencimos de que con las armas en la mano, con una organización, y perdiendo el miedo al enemigo la victoria era segura. Y el campesino, que tenía en sus entrañas razones poderosas para hacerlo, impuso la Reforma Agraria a la Revolución, impuso la confiscación del ganado vacuno y todas las medidas de carácter social que se tomaron en la Sierra Maestra. En la Sierra Maestra se dictó la Ley número 3, en los días de la farsa electoral del 3 de noviembre, que establecía una verdadera Reforma Agraria, y aunque no era completa tenía disposiciones muy positivas: repartía las tierras del Estado, la de los servidores de la dictadura y las de quienes las poseyeran con títulos de propiedad adquiridos mediante maniobras dolosas, como los geófagos que se han engullido miles de caballerías en los deslindes; otorgaba la propiedad a todos los pequeños colonos de no más de dos caballerías que pagaran renta. Todo gratuitamente. El principio era muy revolucionario. La Reforma Agraria beneficiará a más de doscientas mil familias. Pero no está completa la revolución agraria con la Ley número 3. Para ello es necesario dictar reglas contra el latifundio como preceptúa la Constitución. Hay que definir exactamente el concepto de latifundio que caracteriza nuestra estructura agraria y es fuente indiscutible del atasco del país y de todos los males para las grandes mayorías campesinas y aún no ha sido tocado. Será la obra de las masas campesinas organizadas imponer la ley que proscriba el latifundio, como compelieron al Ejército Rebelde a dictar el principio de la Reforma Agraria contenido en la Ley número 3. Hay otro aspecto que debe tenerse en cuenta. La Constitución establece que toda expropiación de tierra debe de pagarse con dinero antes de hacerse la misma. Si la Reforma Agraria se acomete de acuerdo con ese precepto quizá sea un poco lenta y onerosa. También es necesaria la acción colectiva de los campesinos que se han ganado el derecho a la libertad desde el triunfo de la Revolución, para exigir democráticamente la derogación del mismo y poder ir derechamente a una verdadera y amplia Reforma Agraria. Estamos ya en las proyecciones sociales del Ejército Rebelde, tenemos una democracia armada. Cuando planeamos la Reforma Agraria y acatamos las demandas de las nuevas leyes revolucionarias que la complementan y que la harán viable e inmediata, estamos pensando en la justicia social que significa la redistribución de la tierra y también en la creación de un mercado interno extenso y en la diversificación de los cultivos, dos objetivos cardinales inseparables del gobierno revolucionario que no pueden ser pospuestos porque el interés popular está implícito en ellos."

Ref. Che Guevara "Proyecciones sociales del Ejército Rebelde" (27 de enero de 1959)

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