
Como número uno de los objetivos del Desarrollo del Milenio para el 2015, se encuentra erradicar la pobreza extrema y el hambre en el Mundo. Como quiera que este objetivo cada país debe hacer lo suyo para erradicarlas, la pregunta para todos en Venezuela es si realmente trabajamos hoy para un país sin pobreza extrema ni hambre. Al respecto conviene a todos saber cómo va el mundo, siendo estimulante conocer la información disponible del Banco Mundial, quién informa que: 45 de 84 países están bien encaminados para cumplir con el objetivo de reducir la pobreza a la mitad; 27% menos de personas vivirán en la pobreza en 2015 comparado con 1990; 25 de 55 países han reducido la desnutrición infantil a la mitad o están en vías de hacerlo. Sin embargo y muy preocupantemente, en Venezuela el camino que andamos luce ser el equivocado, al ubicarse y a pesar de la inmensa riqueza petrolera, entre los últimos en crecimiento económico, entre los últimos en el respeto a los derecho de propiedad privada y entre los más difíciles del mundo para hacer negocios, lo que aleja definitivamente a los inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Y es que tal como dice el Banco Mundial, puede reducirse la pobreza y el hambre, mediante la inversión en agricultura entre otras serie de medidas, pero cómo invertir más en agricultura en un país donde no se respeta el derecho de propiedad, las fincas privadas son confiscadas abusivamente a punta de fusil, los precios son congelados como actualmente el de ganado ya por más de 25 meses, con el que se produce la carne y la leche con que se hace el queso, mientras los costos de producción superan por la inflación sus precios controlados, y la inseguridad de los secuestros de productores no paran? Nada nuevo o desconocido que desde el campo los productores y técnicos no hayamos dicho, por lo que todos los venezolanos, interesados como nosotros en contribuir a erradicar el hambre extrema y la pobreza en Venezuela, debemos estar claros que es preciso tomemos el camino apropiado para resolverlas. En esa dirección, el Banco Mundial señala muy acertadamente: “El camino apropiado para salir de la pobreza requiere de una economía sólida que genere empleos y buenos salarios, de un Gobierno capaz de proveer escuelas, hospitales, caminos y energía, y de niños sanos y bien nutridos que sean el futuro capital humano que estimule el crecimiento económico.” Y como a decir de la situación que se vive, hemos llegado al llegadero, será que los venezolanos, tomamos el camino apropiado?
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