En Venezuela, la Inflación acumulada desde Diciembre 1998 – hasta Diciembre 2009 fue del 733%. El Núcleo Inflacionario que son los productos que no están administrados y controlados por el gobierno, que es un índice similar al de precios al consumidor, pero corregido de los factores estacionales y de controles, fue al cierre del año 2009 de 30%. En 2010, la variación acumulada del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) hasta el mes de octubre se ubica en 23,0%. Desde el 8 de enero de 2010 se sucede una nueva devaluación oficial del denominado bolívar "fuerte" con sistema de cambio dual desde 2,15 a 2,60 y 4,30 BsF/US$, incorporando además el denominado tipo de cambio implícito Sitme/BCV que de momento se ubica en 5,30 BsF/US$.
Sobre la devaluación y la inflación que a los venezolanos nos arruinan, dos recientes escritos nos ilustran sobre su origen, gravedad y perspectiva. El primero por el recientemente fallecido economista y académico Domingo F. Maza Zavala se titula "La devaluación en el proceso de la crisis" (Nueva Economía. Año XVII No 31. Julio 2010), señala que: "La devaluación es una medida de política monetaria adoptada para corregir desequilibrios de la balanza de pagos. Implica una reducción del valor interno y externo del signo monetario. Puede tener efectos ventajosos o desventajosos en la economía, lo cual depende de que ésta tenga capacidad productiva excedente y pueda utilizarla para sustituir importaciones o aumentar exportaciones. Para fortalecer las ventajas de esta medida hay que tomar otras en el campo comercial, fiscal, financiero y monetario. En el caso venezolano aquellos supuestos no corresponden a la realidad: la capacidad productiva está decaída, la importación es determinante para el suministro de insumos, bienes de capital y de consumo; la exportación no petrolera está en niveles mínimos. El clima económico no es propicio a la inversión y las expectativas son desalentadoras. Entre los efectos negativos de la devaluación hay que destacar la aceleración de la escalada inflacionaria. Sin embargo, hay beneficiarios de esa medida, principalmente el gobierno, que obtiene mayores ingresos fiscales en bolívares y se alivia su deuda interna. También la industria petrolera se beneficia en cuanto a sus gastos en el país, donde la inclinación al ahorro se reduce en términos reales y el consumo sufre una contracción."
El segundo escrito, es el documento "La Inflación y su Impacto en la Calidad de Vida de los Venezolanos. Propuesta a la Nación" (Caracas, Noviembre 2010), donde la Academia Nacional de Ciencias Económicas refiere: "La economía de los controles, y otras formas de intervención sobre el funcionamiento de los mercados, se ha exacerbado hasta extremos difícilmente justificables en términos de la política económica de estabilización y claramente en oposición de cualquier objetivo de política económica que intente promover el crecimiento económico sostenido. El control de cambios, la regulación y el congelamiento de precios de una gran cantidad de bienes y servicios, de los salarios, la imposibilidad de ajustar las nominas y, finalmente pero no menos importante, la ausencia de protección de los derechos de
propiedad, son factores que han exacerbado las imperfecciones de los mercados, los han hecho aún más incompletos y, sobre todo, han estimulado la conducta de búsqueda de rentas por parte de los agentes
económicos. Los impactos negativos sobre la capacidad de producción interna son inocultables, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. La reducción en la propensión a invertir y la sustitución imperfecta e incompleta del sector privado por el público, en las empresas y sectores estatizados, explican en buena medida la pérdida de eficiencia de la política fiscal para estimular el crecimiento económico interno y la elevada potencialidad para inducir inflación de las expansiones fiscales y cuasifiscales. A esto debe añadirse el deterioro de las expectativas de crecimiento, que también alimentan el enraizamiento de las expectativas inflacionarias en los agentes económicos que terminan expresándose en los mecanismos de formación de precios y salarios."
"En síntesis, la inflación venezolana está mucho más asociada a determinantes internos, que operan a través de los canales de la oferta y la demanda en los diferentes mercados y que terminan siendo validados por el comportamiento de los agregados monetarios. La agenda política del régimen y la manera específica cómo se utilizan los diferentes instrumentos de política económica, sin duda, son factores de primer orden para explicar el pobre desempeño que en materia inflacionaria hoy exhibe Venezuela en el contexto internacional."
"¿Pueden revertirse estos elementos que explican en gran medida el carácter estructural y endógeno del proceso inflacionario venezolano? La respuesta no es evidente, pero ciertamente supone un importante viraje no sólo en la política económica sino bastante más allá, en la agenda política general y en la evolución de la sociedad hacia nuevos consensos, donde el tema del control de la inflación adquiera un lugar preferente dentro del orden de prioridades del país. Sólo así podremos aspirar a mejorar en forma sostenida la calidad de vida de los venezolanos. dentro del orden de prioridades del país. Sólo así podremos aspirar a mejorar en forma sostenida la calidad de vida de los venezolanos."
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