
"Hace alrededor de tres años, el Presidente de la República viajó a Cojedes, y entre sus innumerables promesas (no puede negarse la riqueza de su imaginación), le dijo al pueblo de la zona que la expropiación del hato Piñero se llevaría a cabo "con el objetivo de constituir una unidad de desarrollo socialista". El jefe revolucionario agregó: "Vamos a poner un gran centro de desarrollo para el pueblo de Cojedes y para todo el pueblo de Venezuela y sus productos no serán para enriquecer minorías, porque eso es el capitalismo. La carne, el alimento, los animales, vegetales, leche, queso, maíz y todo cuanto ahí se dé será para proporcionar alimentos baratos y buenos al pueblo de Venezuela".
El Presidente de la República, dirigiéndose al gobernador del estado, le dijo: "Siga por ese camino, Teodoro. Dele duro al latifundio y a los capitalistas especuladores, en defensa del pueblo siempre". Añadió que "el Gobierno nacional se empeña en la recuperación de empresas y latifundios abandonadows y galpones en ocio, para consolidar proyectos enmarcados en la constitución de la economía socialista".
Eso fue en medio de la campaña para el referéndum constitucional de 2007. Chávez recorría el país expropiando y prometiendo villas y castillos. El hato Piñero, una unidad de producción agropecuaria localizada entre los municipios Pao y Girardot, en la zona sureste del estado Cojedes, tenía connotaciones muy especiales porque se trataba de grandes zonas donde se refugiaban y preservaban diversas especies. Era uno de los lugares excepcionales de Venezuela, íntimamente vinculado con nuestra historia e idiosincrasia.
Tres años después, no hay tal desarrollo socialista ni el hato Piñero fue al disfrute del pueblo de Cojedes. La mengua sustituyó al esplendor de una naturaleza que se preservaba con pasión con el cuido de especies que allí tienen su hábitat. Luego de tanta demagogia vino la sorpresa filtrada, circunstancialmente, al conocerse los compromisos firmados con la República Árabe y Socialista de Libia, el país gobernado desde hace medio siglo por el coronel Gaddafi. Sucede que el hato Piñero ha sido negociado para que Libia lo desarrolle. (Los venezolanos somos inútiles).
Esto es más grave de lo que la gente supone cuando ve estas noticias perdidas entre tantas que la abruman y desconciertan. Somos un país abierto y no tenemos discriminación alguna. Pero para quienes conocen las ideas del coronel Gaddafi, mundialmente cuestionado por su apadrinamiento de causas incompatibles con la libertad, y se han familiarizado con su doctrina del Libro Verde, la entrega del hato Piñero a Libia genera toda clase de angustias. Gaddafi instalará en las 75.000 hectáreas una colonia libia, y, cuando los venezolanos despertemos, nos encontraremos con un hecho cumplido e irreversible. Grave. Muy grave."
El Nacional, Caracas, 29/11/2010
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