El limón es un fruto ampliamente conocido, consumido y comercializado en todo el mundo. Mundialmente, se le conoce como lima de la cual existen diversas variedades, como kaffir, ácida,o persa, dulce y mandarina, entre otras. En los mercados nacionales se comercializan las variedades de limón ácido (conocido como común), Tahití y mandarino. El limón común es más extensamente cultivado en Colombia y se caracteriza por ser un fruto entre redondo y oval, entre verde y amarillo claro. Posee una cáscara más o menos grueso, es de jugo agrio y fragante, con semillas pequeñas, ovoides y puntiagudas.
El limón Tahití, la segunda variedad más difundida, se caracteriza por presentar una piel más gruesa y ser un fruto de mayor tamaño, de un color verde intenso, de superficie lisa y brillante, de forma oval. La pulpa es amarillenta a verdosa, muy ácida y aromática. Se caracteriza por su ausencia de semillas, lo que lo hace atractivo para usos decorativos.
El limón mandarino es el de menor difusión a nivel nacional y sólo se comercializa en los mercados de Antioquia, Armenia y Villavicencio. En Antioquia se produce y distribuye desde Santa Bárbara, Jardín, Frontino, Cañasgordas y Sopetrán. El que llega al mercado de Armenia lo hace desde
Montenegro, La Tebaida, Quimbaya (Quindío), Sevilla y Caicedonia (Valle del Cauca), mientras que a Villavicencio ingresa desde Lejanías y la región del Ariari (Meta).
En Antioquia también se le conoce como limón injerto, pues es un híbrido entre la mandarina y el limón. Se caracteriza por tener un sabor ácido y su pulpa es del mismo color de la de la mandarina; su tamaño y forma es similar al limón común. Cuando no está maduro su cáscara es verde y en la medida que madura se vuelve naranja.
Físicamente, los limones común, Tahití y mandarino son bien diferentes. Como se mencionó anteriormente, su mayor diferencia en la apariencia es el tamaño, tal como se puede apreciar en la imagen anexa. Se puede observar que el limón común se caracteriza por la presencia de semillas
en su interior. Su exterior también es diferente; por una parte el común es más pequeño, tiene una forma redondeada y chata en la base, mientras que el Tahití tiene un mayor tamaño y una forma ovoide con una protuberancia en la parte inferior.
El limón mandarino, por su parte, es un poco más grande que el de las otras dos variedades y presenta semilla, pero en menor cantidad que el común; su forma es un poco más redondeada
Adicionalmente, la cáscara del limón Tahití es más rugosa y gruesa que la del común y mucho más brillante; dicho brillo natural muchas veces es potenciado ya que gracias a su tamaño, permite el encerado por lo que tiene una mayor vida útil, no pierde el color y resiste de mejor forma el transporte.
Ref. SIPSA. Colombia, Junio 17, 2011.
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