domingo, 16 de octubre de 2011

La seguridad agroalimentaria a punta de importaciones

barcoysilosptocabweb“Mediante decreto 8.503 de la Presidencia de la República de fecha 11 de octubre, se aprueba el IX Plan Excepcional para el Abastecimiento de Alimentos de la Cesta Básica, Materia Prima para la Elaboración de Alimentos y Otros Productos Agroalimentarios de Primera Necesidad”.

El objeto es garantizar la seguridad alimentaria de la población venezolana así como el acceso oportuno y permanente a los alimentos por parte de las personas, en especial, a los de menores recursos, mediante compras nacionales e internacionales, privilegiando la producción nacional para el abastecimiento estable, continuo y permanente de la población.

El Plan tiene una duración de 300 días a partir de la publicación del Decreto y dispone de una asignación de 21 mil millones de Bolívares que se utilizaran en la compra 5 toneladas métricas de productos agroalimentarios que incluyen: arroz, leguminosas, pasta, harina de maíz, azúcar, aceite, sal, mantequilla, frutas, verduras, lácteos, carne, productos básicos de las fiestas navideñas, además de los productos agroalimentarios de primera necesidad como sémola o grano de trigo, maíz blanco y amarillo.

Las disposiciones del decreto responden a los principios constitucionales que establecen seguridad suficiente y estable de los alimentos y el derecho de toda persona de disponer de bienes y servicios de calidad.

El 58% de los recursos asignados, 12 mil millones de Bs., se estima serán destinados para la importación requerida en los programas oficiales y significan un incremento de 400% con respecto al 2010 por cuanto incluye lo que antes se importaba para PDEVAL mediante la filial Bariven de Pdvsa. El plan contempla, además de las ventas de MERCAL Y PDEVAL, atender la reserva estratégica e incluye recursos para el pago de fletes y traslados de productos y para la creación de establecimientos como areperas, mercales, pdevales, panaderías y carnicerías.

El perfil del Plan nos induce a considerar que existirán importaciones adicionales a cargo del sector agro procesador y comercializador privado, que la conexión entre la producción nacional con el plan de abastecimiento no se promueve, ni para el componente público como para el privado y que no se identifica la magnitud de las necesidades de importación en razón de los volúmenes no producidos en el país. La población depende cada vez más, para disponer de los alimentos en cantidad y variedad, de un abastecimiento construido con alimentos importados con lo cual no se está corrigiendo la dependencia del abastecimiento agroalimentario nacional del sistema internacional. Esta realidad compromete alcanzar el principio de seguridad alimentaria por cuanto nos expone a las disponibilidades de productos en el mercado internacional y a la existencia de divisas para esos fines. A ello hay que agregar que el ansiado principio de la soberanía agroalimentaria no es alcanzable y no se identifica el camino para irla logrando al menos parcialmente.

El país necesita que además de aprobar los recursos requeridos para comprar la comida, tanto en el país como en el exterior, destinados al abastecimiento de la población nacional, en razón de su alimentación y de acuerdo a nuestra cultura, disponer de toda una estrategia para ir sustituyendo alimentos y materias primas importados por los producidos en el país. Hasta tanto no abordemos integralmente el desafío de construir el Sistema Agroalimentario Nacional como el responsable de asumir de manera creciente la obligación de abastecer las necesidades de la industria de alimentos y el consumo de la población no podremos hablar de seguridad y soberanía agroalimentaria, condición deseable que exige disponer de planes regulares y que no requiera el calificativo de excepcionales por cuanto ello lo acerca a la improvisación”.

Ref. Juan Trocóniz. IX Plan Nacional de Abastecimiento Agroalimentario. Panorama Agroalimentario. Editorial. Maracay, Domingo 16 de Octubre de 2011.

troconizjf@gmail.com

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