En los dos (2) largos años que tardó el diagnóstico del primer caso de encefalomielitis bovina espongiforme - BSE/EEB, confirmado en Brasil este diciembre 2012 por la Oficina Internacional de Epizootias - OIE, millones de cabezas de ganado fueron sacrificados y su carne consumida localmente o exportadas al mundo sin previo aviso. Esto parece suceder porque no hay un verdadero programa de vigilancia de la BSE/EEB en Brasil. Mientras tanto los países importadores como Venezuela que siguen comprando miles de cabezas de ganado brasileño para sacrificio y miles de toneladas de carne de vacuno, fueron engañados bajo la falsa seguridad de un país "libre" de BSE/EEB mientras ya estaba afectado desde diciembre de 2010 hasta la fecha. Debido a esto, el estatus de BSE/EEB dado a Brasil por la OIE, ya está bajo la larga sombra de duda. Desde ahora, capacidades creíbles de diagnóstico de BSE/EEB deben estar en su lugar para acelerar la verdad. Ni el comercio ni los intereses políticos deben prevalecer sobre la salud pública y animal. Transparencia es el nombre del nuevo comercio global de alimentos humanos o animales.
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