jueves, 7 de abril de 2011

Intercambio asimétrico no, dicen ganaderos colombianos


Muy importante conocer en Venezuela como están pensado los ganaderos colombianos sobre el Acuerdo de Complementariedad Económica que ambos gobiernos negocian. Al respecto este jueves 7 de abril, la opinión de José Félix Lafaurie Presidente Ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos - Fedegan, es contudentemente y lo suficientemente clara para que se oiga y analice por ambos gobiernos. Sus declaraciones fueron publicadas en su blog personal http://www.jflafaurie.blogspot.com/ del cual nos permitimos tomar el siguiente extracto:

"Creo no equivocarme si aseguro que difícilmente volveremos a los niveles 2008, por lo menos para el sector agropecuario. El país productivo rural colombiano, aún no tiene claro en qué consiste el “Acuerdo de Complementariedad Económica”, que nos proponen nuestros vecinos. Sabemos que es abundante en “encadenamientos productivos”, con solicitudes en asistencia técnica y capacitación de “aquí” para “allá”. Pero, además, que al régimen cambiario con “dólares de Cadivi”, se sumará un sistema de seguimiento a las importaciones, que dejará al Ejecutivo venezolano como el principal y quizá único comprador directo, con la potestad de revisar aranceles y controlar rubros de importación, precios, cantidades y tiempos. Esto tiene nombre propio: comercio administrado.

Con otras premisas: Venezuela, además de que no importará en los volúmenes de antaño, no llevará bienes terminados o de valor agregado –sólo materias primas y semielaborados–, los mecanismos de pagos seguirán el mismo camino tortuoso y, prácticamente, no se contempla ningún mecanismo vinculante. En carne y lácteos, por ejemplo, han dicho que no renovarán las licencias otorgadas para las importaciones de leche en polvo y que en adelante el Ejecutivo las controlará. Tampoco comprarán carne en canal, sólo quieren ganado en pié – básicamente: hembras, mautes y destetos–.

Sólo con estos anuncios Colombia pierde. Para empezar quedamos atados a unas dinámicas comerciales inciertas, flexibles y con pocos actores privados, que en largo plazo podrían responder más a lógicas políticas que a procesos económicos, lo cual termina siendo muy peligroso. Ya ocurrió en el pasado, con graves daños para la economía nacional y para sectores productivos como el ganadero. Pero, además, porque la propia experiencia y el mercado internacional nos han demostrado, que llegar hasta la maquila del desposte y la venta de carne procesada, es lo que realmente nutre la cadena en materia de generación de empleo y divisas.

La renuente posición venezolana, argumenta que el intercambio con Colombia, nunca generó ningún beneficio para lo que hoy denominan su “desarrollo endógeno”, en particular, en el sector cárnico y lácteo. Lo que no consideran es que hoy muchas de sus mejores explotaciones ganaderas y lecheras, han sido el fruto de un trabajo constante de transferencia de tecnología de cientos de profesionales colombianos y, por supuesto, de nuestra genética. Sólo en los últimos años se vendieron a Venezuela 780.704 animales vivos de ganado gordo.

Nunca hemos ido en contra de que Venezuela consolide un proceso de autogestión y autoabastecimiento, con miras a su seguridad alimentaria, pero no puede hacerse a costa de un intercambio, a todas luces, asimétrico. Pensando con el deseo, esperamos que la diplomacia logre, este fin de semana en la tercera cumbre entre los presidentes Santos y Chávez, un giro favorable que conduzca a mecanismos más equitativos para ambas partes."

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