"Con el cuadro económico y social en que nos encontramos, una parcialidad política de manera inconsulta, ilegal e improvisada, nos impone a que decidamos por una supuesta reforma de nuestra Constitución.
Una Constitución con una vigencia de apenas 8 años. ¡Un absurdo, un verdadero absurdo!
Esta propuesta de reforma no es otra cosa que un acto ilícito, irrito, violatorio de la institucionalidad republicana.
El Poder Legislativo, como poder constituido, ha usurpado atribuciones del Poder Constituyente. Lo que se nos presenta no es una reforma a una Constitución. Lo que se ha propuesto, sin falsas retóricas ni huecas palabras, es una nueva constitución. Y al hacerlo, se ha tergiversado, manipulado, desconocido principios fundamentales de nuestra Constitución vigente.
Un solo ejemplo basta para demostrarlo: De sociedad republicana, democrática, alternativa, descentralizada y plural, por la voluntad de una sola persona como proponente y la sumisión irreflexiva de no más de un centenar de diputados, se nos quiere imponer el ser un posible país socialista, militarista, autocrático, aislado y sin equilibro de poderes.
Por ello, asumimos pública y responsablemente la posición de señalar que cualquiera que sea el resultado de esa espuria consulta, debemos reconocer y nunca olvidar el origen de la misma: esta convocatoria es, repito, un acto ilegítimo, ilegal e irrito. En consecuencia, y en nombre de los miembros de la institución que represento, como padre de familia, con hijos que desean quedarse a vivir y trabajar en esta tierra, como un venezolano común y corriente, nuevamente invito a todos los empresarios, a los trabajadores que saben y conocen los beneficios de un empleo sano, estable, duradero en el sector privado, a todos los que creen en la iniciativa individual y en el bien colectivo, en justicia social, en la paz, en la convivencia, a las amas de casa, a los maestros, a los médicos, a los jóvenes…, a los más jóvenes…, a esa esperanza de la República, y, especialmente, a los políticos y partidos y demás organizaciones políticas, que por encima de las diferencias, por encima de las debilidades de unos y otros, repito, los invito a que nos unamos todos, y nos opongamos por todos los medios legales posibles a su aprobación, y logremos que esta irrita e inconstitucional propuesta no sea el comienzo de un oscuro, empobrecedor y muy violento periodo en la historia de nuestra amada Venezuela.
Repito lo dicho anteriormente, esta propuesta de reforma es única y exclusivamente la imposición de una voluntad personal y autocrática, destruirá el futuro de nuestro jóvenes, promoverá la burocracia más grande e ineficiente de América Latina, eliminará a los gobernadores y alcaldes, sustraerá irresponsablemente el deber de rendir cuenta al funcionario público, acabará simultáneamente con las Fuerzas Armadas Nacionales, el Banco Central de
Venezuela y lo que queda de PDVSA…, nos aislará como nación, nos retrocederá al pasado, nos apartará de la modernidad y el progreso, destruirá aun más nuestra moneda, generará la peor de las inflaciones y disparará aun más el costo de vida.
Esta reforma no mejorará tus condiciones, no te generará nuevos empleos, no estimulará la apertura de nuevas industrias. Esta reforma aleja y condiciona tu derecho a ser propietario, a ser constructor y dueño de tus propios bienes y destino. Frente a tu esfuerzo, a tus ahorros, a tu trabajo, esta reforma privilegiará al funcionario público, al activista de partido, al burócrata. Esta propuesta busca en concreto dos grandes objetivos: facilitar la perpetuación en el poder de una sola voluntad, una sola voz y cambiarnos nuestra condición de ciudadanos republicanos y demócratas en activistas de un esclavizante socialismo.
En fin, esta propuesta no es más que es un certero golpe inconstitucional y contra la República. ¡Es nuestro deber…, unidos, unidos, unidos todos…, oponernos a ella rotundamente!"
Ref. José Manuel González, Presidente de FEDECÁMARAS. Caracas, 13 de noviembre de 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario