jueves, 24 de enero de 2008

El mejor ejemplo conservacionista del llano venezolano

En los llanos de Cojedes, Venezuela, Hato Piñero, por decisión de la familia Branger Sagarzazu, fue destinado desde hace 57 años a convertirse en un ejemplo único de desarrollo agropecuario, mediante la utilización de las más avanzadas técnicas y prácticas de mejoras, tanto agrícolas como pecuarias; conservando la naturaleza en su estado natural, generando un invaluable patrimonio tanto para beneficio de los venezolanos como para la humanidad. Hoy se adelantan en Hato Piñero investigaciones científicas, programas de ecoturismo, programas de educación ambiental, y de manejo integral, convirtiéndose en la primera reserva natural privada de flora y fauna silvestre de América y la tercera del mundo, calificado así, por especialistas internacionales.

Actualmente, Hato Piñero conjuntamente con la producción de ganado de carne, leche, queso, semillas, heno y pastos, cuenta con una Estación Biológica bajo la Gerencia de la Fundación Branger, la cual está dotada de todo los servicios básicos como: biblioteca, sala de conferencias, herbario e instalaciones varias, a fin de ofrecer a los investigadores, profesionales y estudiantes las condiciones necesarias para la ejecución de programas y proyectos en materia ambiental, agropecuarios y ciencias aplicadas en general.

Los principales objetivos de la Fundación Branger son:

Promover el manejo efectivo de los hábitats naturales en las áreas de trabajo de la Fundación en función del desarrollo productivo de las especies, la conservación del ambiente y la protección de los ecosistemas.

Desarrollar programas de investigación científica a través de las estaciones biológicas de nuestras áreas de trabajo y conjuntamente con instituciones nacionales e internacionales sobre la diversidad de flora y fauna, el manejo eficiente de los hábitats naturales, sistemas de rendimiento racional y uso eficiente de las especies.

Desarrollar programas de educación ambiental dirigidos especialmente a comunidades organizadas, lugareños y visitantes de las áreas de trabajo de la Fundación para contribuir a detener la degradación de nuestro ambiente natural y ayudar a construir un presente y un futuro en el cual los seres humanos puedan coexistir respetuosamente con la naturaleza.
Apoyar a las instituciones nacionales e internacionales dedicadas a la conservación del ambiente natural, la protección de los ecosistemas y la investigación científica relacionada con la ecología.
Fomentar acciones que reduzcan a un mínimo la contaminación de los hábitats naturales por el impacto del ecoturismo a fin de proteger los paisajes naturales, vida silvestre y culturas locales de las áreas visitadas.

Asegurar el apoyo nacional e internacional para el financiamiento y soporte tecnológico de los programas de investigación científica, educación ambiental, manejo de recursos naturales y turismo ecológico.

Desde 1982, un número de proyectos ecológicos han sido desarrollados con especies como la "baba" (caimán Crocodilus-crocodilus ), el chiguire, el jaguar, el mono capuchino (Cebus nigrivittatus), y dos especies de baquiros (Tayassu tajacu y Tayasu pecari), entre otros. Todos ellos, han sido respaldados por instituciones nacionales e internacionales de gran renombre.

La Fundación Branger tiene muchos planes para el futuro y todos están centrados alrededor de la herencia invaluable del pasado. Las pioneras operaciones ganaderas y sus directrices en el ámbito de preservación han forjado numerosas iniciativas de conservación a todo lo largo de Venezuela, aumentando de esta forma el interés nacional por la conservación ambiental.

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