Tienen que ser ilimitadas la paciencia y la capacidad de asombro de los productores del campo venezolano, para poder aguantar tanto abuso del populismo gobernante. Como ese de fijar el nuevo precio de la leche al productor por debajo de lo que se vende un litro de agua. Debe ser que el Gobierno no saca cuentas o lo que le interesa es que siga el reparto a dedo entre sus allegados, de cientos de millones dólares subsidiados a 2.150 Bs (2,15 BsF), para importar leche en polvo que no se consigue en ninguna parte.
Y es que a los productores y técnicos de la ganadería, el nuevo precio de la leche al productor no nos cuadra respecto a los costos. El precio de venta a público del agua en botella promedia 2.556 Bs (2,56 BsF) por litro de 1.000 cc (envase de 1.500 cc PVP 2.500 Bs o 2,5 BsF, 500 cc 1.500 Bs o 1,50 BsF, 330 cc 1.000 Bs o 1,00 BsF)
¿Cómo entonces el Gobierno explica que un litro de leche al productor pueda haber sido fijado a 1.500 Bs o 1,5 BsF por litro, o sea 1.056 Bs (1,06 BsF) menos que el agua?
Así, lamentablemente seguirán las vacas flacas para los ganaderos y habrá menos leche en los hogares venezolanos, porque los productores no podrán producir por mucho tiempo más perdiendo y perdiendo, por culpa del populismo irracional del que desgobierna.
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