Tras diez años de políticas equivocadas, es precaria hoy la seguridad alimentaria de los venezolanos. La producción nacional de alimentos se vino a menos mientras aumentó la dependencia en las agroimportaciones.
Ante ello la responsabilidad oficial es única, ineludible e inexcusable, porque no han faltado desde el campo las advertencias, sin lograr rectificación alguna de la política anti-agrícola que se aplica.
Por el contrario, cuando el país desabastecido demanda es que se produzcan más alimentos, en vez de estimularse a los productores, el Gobierno les ajusta los precios controlados a niveles por debajo de lo que ya estaban recibiendo; los amenaza con expropiarles las fincas a punta de fusil si no venden su producción a las plantas del Estado; y los deja a merced de las guerrillas y la delincuencia para que los sigan secuestrando y matando.
Y mientras la población del país desespera en la procura diaria de sus alimentos, se crea más desabastecimiento y angustia en los estados fronterizos con Colombia que han sido tomados militarmente al tiempo que se habla de una posible guerra.
En estas condiciones más urgente es el aumento sustancial de la producción nacional y como solución de mediano y largo plazos al problema del desabastecimiento y el alza de los alimentos causados por el Gobierno y sus políticas.
En cuanto a la culpa de los productores del campo, ésta es seguir trabajando estoicamente sus tierras y ganados, hasta que los invadan y expropien, con o sin abusiva Ley de Tierras en nombre supuesto del pueblo. Al respecto salen al paso las palabras de un amigo productor del Sur de Aragua: "La justicia social que se pretende no puede tener como base el clientelismo político, la pérdida del Estado de Derecho y el desestímulo a la inversión privada".
Ref. Pedro E. Piñate B. // La culpa. El Universal - Caracas, Martes 13 de febrero de 2008. Opinión http://noticias.eluniversal.com/2008/02/13/opi_43081_art_la--culpa_709490.shtml
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