
En Venezuela, país en desarrollo, petrolero por demás, pero con extensiones de tierras y mar, suficientes para producir sus alimentos e inclusive exportar, la situación ante el alza global de precios de alimentos es muy preocupante. Si bien el ingreso extraordinario petrolero puede utilizarse para evitar el hambre mediante importaciones, éstas no son seguras, siendo por eso temerario mantener deprimida la producción nacional agrícola mediante controles, libres importaciones subsidiadas y el terror oficial aplicado al agro, la cría y ahora a la pesca.
Porque la disminución de la producción agrícola es altamente inflacionaria y siendo insostenible en el tiempo amortiguar la explosión de precios mediante controles e importaciones subsidiadas, Venezuela tendrá que adoptar políticas favorables a la agricultura, la ganadería y la pesca. En esa dirección es oportuno el reciente llamado al final de abril, de Jacques Diouf, director general de la FAO: "Ha llegado el momento de relanzar la agricultura, y la comunidad internacional no debería perder la oportunidad". "La combinación de amenazas y oportunidades que se presentan por el alza de los alimentos llama para un enfoque de doble vía: políticas y programas para proteger la vida de los millones de gente pobre adversamente afectada por esta situación, mientras se crea un ambiente favorable para fortalecer a los agricultores para que tomen ventaja de las oportunidades ofrecidas". ¿Comenzamos?
Ref. Pedro E. Piñate B. Explosión de precios. El Universal - Caracas, miércoles 7 de mayo de 2008. Opinión http://noticias.eluniversal.com/2008/05/08/opi_43081_art_explosion-de-precios_845206.shtml
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