
Por decencia el sociólogo Elías Jaua, ministro de Agricultura y Tierras y la MV Angela Bolívar, directora del SASA, lo menos que deberían hacer es renunciar para que el Gobierno limpie la verguenza de ser descubierto en el ocultamiento de información epidemiológica de interés público y nacional, concerniente a la seguridad alimentaria de la República y las obligaciones internacionales del comercio global de animales vivos y productos pecuarios.
La epizootia 2008 de fiebre aftosa en Venezuela no podía seguir siendo ocultada en perjuicio de la ganadería y todos los venezolanos. Procede entonces declarar la emergencia sanitaria nacional frente a la fiebre aftosa.
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