jueves, 24 de julio de 2008

Hay desabastecimiento de alimentos en Venezuela

Cuando se toman medidas basadas en diagnósticos equivocados, difícilmente se pueden corregir los problemas que se pretenden superar, como el caso actual de las políticas de abastecimientos de alimentos, cuyo problema no es que alguien los esté acaparando, sino que hay desabastecimiento.


A esta conclusión llegó el especialista en Germán Briceño, durante su exposición sobre seguridad agroalimentaria en el marco de la LXIV Asamblea Anual de Fedecámaras, que se celebra en la capital zuliana.En una ponencia contextualizadas con cifras, informes y planteamientos de distintas épocas de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO, la Organización Internacional del Comercio, el MPPMAT y otras instituciones, Briceño aseveró que la problemática mundial de la oferta de alimentos había sido prevista con suficiente antelación y la mayoría de gobiernos no tomaron correcciones a tiempo y, en el caso de Venezuela, se sigue actuando por vías contrarias a las aconsejadas.


Entre los factores que están incidiendo en el incremento en los precios y escasez de distintos rubros alimenticios, el expositor destacó el recalentamiento global, el incremento de la demanda por parte de países como China y la India; la caída del dólar, lo cual ha obligado a algunos
productores a elevar sus precios para compensar esa caída; el alza en los precios del petróleo, que a su vez inciden en los combustible de la maquinaria agrícola y en el precio de los fletes locales e internacionales; y, en menor medida, los conflictos que se han
presentado en países productores.


Todo esto ha hecho que casi todos los comotities hayan sufrido incrementos por encima del 100% en un año, entre los cuales destacan el arroz, con 106%; el maíz con 103% y los lácteos con más del 200%. En el caso de Venezuela, lejos de estimular la producción interna para compensar estos incrementos, se han creado una serie de controles y restricciones que han propiciado un estancamiento en la producción agrícola, con muy pocas excepciones, lo que ha generado escasez puntual de algunos bienes, sin embargo el gobierno ha atacado el problema bajo el diagnóstico de acaparamiento, de allí que en vez de hacer inversiones en infraestructura para estimular la producción, ha procedido a tomar fincas, adquirir industrias y a aplicar una serie de restricciones en la producción y el comercio de alimentos.

Ante esa realidad Briceño planteó la unificación de las propuestas hechas por Fedeagro, Fedenaga y Cavidea en un solo planteamiento y sentarse con el Ejecutivo Nacional, a fin de alcanzar un mínimo de acuerdos porque “la seguridad alimentaria no es responsabilidad sólo del sector privado, ni del gobierno. Es una responsabilidad compartida y así debemos afrontarla”.


Ref. Nota de prensa LXIV Asamblea Fedecámaras -0712. Maracaibo, 24/07/08

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