
Desde los Llanos Occidentales, en Portuguesa, nos comentan preocupados los amigos ganaderos de "El granero de Venezuela" lo casi imposible de conseguir un permiso del Ministerio del Ambiente para hacer una laguna en un bajío o para hacer un pozo, tomar agua de un río para riego, hacer un terraplén o cortar un viejo árbol seco. Toma meses y estudios de impacto ambiental, visitas de técnicos oficiales cuando te los asignen y puedan ir, informes y más informes, y múltiples visita. "Luego si es que te dan el permiso vale por un año, lo pides para hacerlo en verano y te lo otorgan, si es que te lo dan, en invierno cuando ya no se puede trabajar por el aniego y luego se vence". Entonces lo que tenías que hacer este verano será el próximo verano. Esto es toda una odisea, misión imposible para un ganadero pequeño o mediano que no tiene el tiempo para gastar horas y horas en esos trámites y si no hace así y procede, le caen con todo el peso de la ley.
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