Sobre la imposibilidad de competir con los precios de la carne subsidiada con dólares a 2,15 BsF el año pasado y ahora a 2, 60 BsF, que es comprada a Mercorsur, los números están a la vista y conocimiento de todos en la denominada cadena cárnica. Infortunadamente mientras los importadores de carne se lucran por creerse más vivos que los demás y por estar bien conectados y disponer de licencias del MAT y dólares subsidiados de Cadivi, la ganadería venezolana desaparece rápidamente por el desfase de los precios controlados. A efecto pueden y deben tomar debida nota los burócratas controladores, que no puede la ganadería nacional persistir económicamente al estar regulados todos sus productos: desde la vaca que da la leche con que se hace el queso, hasta el ternero que se engordará para el matadero. En cuanto al cuero y los trastes que escapan de la regulación oficial , lo regulan toda la vida los matarifes sin que ningún burócrata controlador intervenga.
Así al precio promedio equivalente de 8,87 BsF por kg de la carne enfriada y congelada comprada por Venezuela a Mercosur con dólares subsidiados de Cadivi a 2,60 BsF/US$ no tiene competencia posible en Venezuela. Mientras el precio nacional se mantiene regulado desde 2008 en 5,50 BsF/kg máximo para el ganado en pie y 10,50 BsF/kg para la carne en canal, además del cupo y dificultades para la matanza por las preferencias otorgadas al ganado en pie traido en barcos desde Brasil. Ante ello los altos funcionarios de la Agricultura y la Alimentación son inútiles e irresponsables, pues contribuyen directamente a la desaparición de la ganadería mediante la política de puertos y el facilismo importador que mantienen, enriqueciendo a unos pocos privilegiados de licencias y dólares subsidiados para importar carne de Mercosur mientras desaparece el sector y ganadero sin que les importe. Total mientras menos ganado se produzca en Venezuela más carne desde Mercosur subsidiarán e importarán.
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