De acuerdo al Banco Mundial, Venezuela es "un país rico en recursos naturales, con una de las reservas más grandes de petróleo y minerales de América Latina y el Caribe. Venezuela tiene un inmenso potencial para alcanzar una prosperidad económica y social sostenible." Sin embargo la realidad del país es otra, porque alcanzar la prosperidad económica y social sostenible es asunto más de trabajo efectivo de toda la sociedad que de la riqueza minera que solo hace prósperos a quienes de ella desde el gobierno se lucran "administrándola", mientras la demagogia y el populismo acostumbrado promueven el rentismo entre la población y no el trabajo. Siendo en este entorno que 28.849.679 de habitantes este julio de 2010 (INE 13/07/2010), sobrevivimos, el país ” rico” tiene visiblemente, no menos del 70 por ciento de la población total pasando penurias económicas y el 50% hambre y desnutrición. En estas condiciones los planes de la ayuda social de alimentos a la población nutricionalmente vulnerable son sin lugar a dudas del todo necesarios. Sin embargo la corrupción ha hecho estragos de la ayuda social, desvirtuada además en su esencia por el clientelismo político oficial. Así ha quedado evidenciado recientemente en el fraude impune aún, de los 4.000 o más contenedores de alimentos podridos y vencidos, importados por PDVAL/PDVSA, que superan las 122.000 toneladas métricas. Como quiera que aparte de las pérdidas económicas a la nación, se perpetró una sustracción directa a la dieta alimentaria de los venezolanos más pobres, es de esperar que las responsabilidades de ley sean pronto establecidas y que los responsables sean enjuiciados por los delitos cometidos. Ciertamente, Venezuela el país “rico” no da para más, porque todo el dinero del mundo no es suficiente para quienes gobierno tras gobierno lo despilfarran, no invierten en su desarrollo ni en actividades productivas, gastan más de lo que ingresa, y se endeudan hasta más no poder, hasta regalándolo últimamente a otros países o agentes extranjeros, además de permitirse tanto libre como a discreción, el saqueo impune de la Hacienda pública comenzando por la misma PDVSA. Por todo esto, cual Quijotes los del campo no cejamos ante el país “rico”, en esa propuesta de que se siembre el petróleo. Tal como señaló nuestro inolvidable compatriota Arturo Uslar Pietri, es su escrito original del 14 de julio de 1936: “invertir la riqueza producida por el sistema destructivo de la mina, en crear riqueza agrícola, reproductiva y progresiva: sembrar el petróleo."
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