domingo, 1 de mayo de 2011

De trabajadores y patrones rurales

Hoy primero de mayo se celebra mundial y nacionalmente el Día del Trabajador. Por eso en esta fecha con esta nota saludamos a todos los trabajadores y a los del campo muy en especial. Son los trabajadores rurales quienes junto a sus patrones los productores del campo, con su esfuerzo y sudor diario los 365 días del año, hacen posibles el agro y la cría, actividades primarias y fundamentales que surten de alimentos en buena parte, a los distantes mercados de las ciudades.

Sujetos hoy a todos los derechos laborales (y deberes) de ley, es de advertir que en Venezuela,  este 2011 los trabajadores rurales siguen siendo víctimas junto a sus patrones, de quienes interesadamente, utilizando los medios políticos los acosan buscando apropiarse de las fincas privadas despojando a sus legítimos propietarios, para lo cual quebrantan primero la buena relación que en general existe entre los trabajadores y patrones rurales, estimulan la anarquía y la violencia social en el campo y conducen a la desinversión, el pauperismo y el desempleo rural.  Esto al margen de que haya malos patrones tal como hay malos trabajadores, en el campo y en la ciudad.

De malos patrones rurales he visto y conocido unos cuantos, de inclusive por vileza darle la espalda a un buen trabajador, negarle y robarle su pago en medio de la enfermedad, y cesarlo en el trabajo. Por eso no hay duda que el peor patrón es el que el capital que tiene lo envilece. Y en cuanto a malos trabajadores rurales, el común va de finca en finca, semana a semana o mes a mes, pues no suelen durar en los empleos.

De buenos trabajadores y patrones rurales, en general ambos hacen un equipo de trabajo en una suerte de alianza por el bienestar común, que dura años, e inclusive puede extenderse a familiares y generaciones. Es el caso de la mayoría de fincas establecidas y organizadas de Venezuela, donde la relación entre trabajadores y patrones puede calificarse entre buena y excelente. Conocimiento y experiencia, destrezas, juicio, iniciativa, compromiso, respeto, honestidad y lealtad, qué más puede esperarse un buen trabajador rural?  Del  buen patrón rural esperemos que nunca se vuelva malo, y menos que se envilezca tal como el que les conté. Feliz Día del Trabajador!


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