martes, 26 de julio de 2011

De tal palo tal astilla

Al hablar de ganado Guzerat (o Guzerá) en Venezuela,  el apellido Chapellín y su prestigiosa Agropecuaria El Hierro, entran enseguida en cualquier conversación de ganaderos o técnicos. Por eso no podía faltar entre los muy destacados ganaderos nacionales y criadores cebú que son referidos en el libro "Nuestra CARNE" de Otto Gómez Pernía (Ediciones Grupo TEL. Primera Edición. Caracas 2010), lectura obligada para todos en la ganadería, y del cual publicamos aquí (con el debido permiso), parte de los párrafos dedicados. Leamos:

"Con la adquisición en 1929 de la finca El Barrancón en Villa de Cura por parte de José Antonio Chapellín Liendo, se da inicio a una de las ganaderas de carne con mayor tradición y proyección en Venezuela. Así como ocurría con muchas otras fincas de entonces, Chapellín se inicia como productor de leche y en la venta de mautes en Villa de Cura. En la búsqueda por mejorar su rebaño y adaptarlo a las condiciones de la  región, Chapellín adquiere en la década de 1940 un toro puro de raza Gyr que había sido importado desde Brasil por el Ministerio de Agricultura y Cría. Esto coincidió con la compra a Enrique Eraso de un toro Holstein de la hacienda caraqueña Las Mercedes. Estas compras sumadas a otras similares, dieron inicio a una ganadería de doble propósito (leche y carne) donde se comenzaba a utilizar de manera alternada toros cebú con europeos, todo de acuerdo con el fenotipo que correspondiera con las vacas. Esto trajo como consecuencia que se comenzaran a vender reproductores de doble propósito de estos cruces de ganado, primero a productores de la zona, y luego a quienes pasaban por Villa de Cura en su vía hacia el llano. De esta manera comenzaron a llegar a esas regiones estos animales, que definitivamente habrían de mejorar tanto la carne como la leche que ahí se producía.

A finales de los sesenta y principios de los setenta,los hijos de José Antonio Chapellín, José Antonio y Jesús, comenzaron a incorporar ganado registrado de ASOCEBÚ a Barrancón. Entre los primeros animales que llegaron había los tipo Guzerat o "aguzeratados", algunos de ellos provenientes del hato Cujicito, del Dr. Paulo Emilio Llamozas, y otros de los hatos de Otto Luis Pérez y de Víctor Felizola. Ya para 1973 el entusiasmo que despertaban las características doble propósito obtenidas, llevaron a realizar la primera importación de animales Guzerat puros del Brasil. Las importaciones de semen y animales desde Brasil se mantuvieron por espacio de dos décadas hasta que la ganadería Chapellín se mudó para el estado Guárico, Jesús se fue para el hato El Hierro y José Antonio para la zona de Calabozo.

En 1979, junto con Alfredo Fonseca Buffet y ante el gran ímpetu que había tomado la importación de animales cebú de Brasil por los resultados que se observaban, los hermanos Chapellín fundan la empresa Central Venezolana de Inseminación Artificial (CEVENIA) a la cual ya hicimos mención (*). Según la opinión experta de muchos ganaderos y técnicos, además de Antonio Julio Branger y Gustavo Fonseca, el otro gran impulsor de la genética ganadera en el país es indudablemente Jesús Chapellín."


(*) NdE. Entre otras menciones de esta empresa y sus fundadores Alfredo Fonseca, y los hermanos Jesús y José Antonio Chapellín, el autor de "Nuestra CARNE",  Otto Gómez Pernía precisa muy acertadamente que "El gran logro de CEVENIA fue el impulso que dio a la inseminación artificial en el país, democratizando la ganadería en Venezuela al hacer asequible para todos el semen de animales cebú superiores".

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