En un país donde la delincuencia reina en las calles e inclusive domina áreas enteras de las ciudades, del campo y la frontera, intentar resolver el problema penitenciario ex-carcelando inmediatamente a 20.000 pillos como plantea insensatamente la nueva ministro del ramo, sería un verdadero atentado a la ciudadanía, pues solo agravará la inseguridad en toda Venezuela. Esto incluyendo el medio rural donde se desarrolla la agricultura y la ganadería, por lo que el asunto también nos compete a todos del campo, que de una vez dice no a poner 20.000 pillos en la calle. Sin trabajo fijo ni supervisión efectiva, la debida reinserción social de tal cantidad de presidiarios no está de ninguna manera asegurada. En consecuencia cierto es que las cárceles se descongentionarían, pero al altísimo precio de más inseguridad de la que el país ya tiene bastante.
Al respecto ya se han producido muy serias declaraciones en contra, tal como reza el titular de la nota publicada hoy miércoles 3 de agosto de 2011 en El Universal, en reportaje de María Isoletti Iglesias y de la cuál reproducimos aquí una parte: "Sacar reos de la cárcel intensificaráa la inseguridad". Leamos:
"Los antecedentes están. El 1 de septiembre de 1999, cuando entró en vigencia plena el Código Orgánico Procesal Penal, se comenzaron a "aliviar" las cárceles, pues uno de los propósitos de ese instrumento era otorgar beneficios a la población reclusa. Así se combatió en ese momento el tema del hacinamiento.
Sin embargo, los índices de criminalidad se dispararon en esa época. De 1998 a 1999 el número de secuestros en Venezuela, según cifras de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), se disparó. En 1998 se cerró con 41 plagios, y 1999 con 263. En el caso de los homicidios ocurrió algo similar, pues en 1998 (cifras de la policía científica) se completaron al menos cuatro mil asesinatos en toda Venezuela, en 1999 al menos 5.900 y para 2000 ya subía a por lo menos 8.000.
El criminólogo Fermín Mármol García explica que de hacerse efectivo el anuncio de la ministra de Asuntos Penitenciarios, abogada Iris Varela, de sacar a 40% de la población reclusa -20 mil privados de libertad- con beneficios procesales, se repita lo que ocurrió en 1999.
"Las cárceles en Venezuela son universidades del delito. No hay planes de reinserción social y si esto se concreta lo que harán es sacar el problema de las cárceles a las calles. Habrá un repunte delictivo muy grande, porque sacar por sacar a presos de las cárceles, intensificará la inseguridad. En 1999 se solventó el tema del hacinamiento, pero se recrudeció otro, pues el sistema penitenciario, hoy por hoy, no garantiza la reinserción social de los privados de libertad", explicó Mármol.
Para el criminólogo, si esa promesa llegara a cumplirse sería una medida efectista y no efectiva. "Además, estaría atacando una pata de la mesa solamente y no todas para que haya un verdadero equilibrio", agregó el experto. "
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