sábado, 5 de noviembre de 2011

El saqueo de los hatos estatizados

Cartas al Editor

"Definitivamente ninguno de nosotros -como los consumidores que somos- percibimos a las intervenciones, rescates e invasiones de fincas productivas que está promoviendo el régimen a todo lo largo y ancho del territorio como algo que nos perjudica directamente y no tenemos idea cuan equivocados estamos. De acuerdo a las informaciones que llegan a diario, las unidades de producción que han sido expropiadas, intervenidas o invadidas en los últimos 10 años, si no han sido abandonadas, luego de haber sido saqueadas, están produciendo mucho menos de lo que producían cuando estaban en manos privadas. Los grandes hatos ganaderos llaneros, que eran los principales productores de las mayores y más homogéneas cantidades de animales que iban a los mercados ganaderos de levante y ceba, han sido confiscados cayendo inevitablemente en manos de la ineptitud, del oportunismo y la depredación.

El competente personal del Complejo Genético Florentino que ocupó el Hato Piñero, cuna del reconocidísimo compuesto que se conoció como “Rojo Piñereño”, procedió a mezclar todos los rebaños que quedaban dentro de la propiedad (esto es, padres con hijas, madres con hijos, todo con todo) contraviniendo todas las reglas elementales de la producción animal y echando al traste las décadas de investigación y trabajo genético que habían adquirido. En Piñero, por cierto, se quedó dentro del lote de ganado de la negociación, el último germoplasma criollo original que se conservaba intacto en el país y que era descendiente de la primera ganadería que trajeron los españoles a Margarita a principios del siglo XVI . Ninguna universidad ni institución que yo sepa, ha hecho nada por rescatarlo antes que se pierda o se lo consuman como está ocurriendo con el ganado de Piñero y otros hatos intervenidos, confiscados o entregados. La Vergareña, Hato El Frío, Hacienda Bolívar, Hato El Charcote, Hato El Cedral, Hato Lechozote, San Pablo Paeño, Hato Callejas, etc, han sido sometidos, desde el momento mismo de sus ocupaciones, a la extracción sistemática de todo lo que tenga el peso adecuado para ser destinado a cuchillo con el fin de alimentar los costosos programas sociales de carne roja (que no produjeron ellos por cierto) a precios de gallina flaca que mantiene el régimen.

Este artículo lo escribo a propósito de la noticia que apareció en El Nacional donde se informa que la empresa Agrosocialista Ganadera Marisela junto con la GN asumió el control de todos los hatos de la empresa Agroflora, tradicionalmente conocida en nuestro país desde 1911 como la Compañía Inglesa (The Lancashire General Investment Trust Limited). De acuerdo a la nota, los hatos Los Cocos, Matapalos y Los Viejitos en el Municipio Achaguas del estado Apure y; Morichito, La Bendición, Turagua, Las Palmeras, Punta de Mata y Cañafístola en el municipio Munóz del mismo estado, desde hoy pasan a ser, por haber ser señaladas como latifundios y fincas ociosas, “propiedades rescatadas”. Quien conoce el llano, y sabe lo tremendamente complejo que resulta producir eficientemente en condiciones de sabana inundable, y además producir en magnitudes importantes, debe coincidir conmigo en que los hatos ingleseros distan mucho de ser tierras ociosas . Debemos recordar que gracias a su entrada al país en tiempos del General Juan Vicente Gómez, fue que se introdujeron importantes adelantos genéticos en las regiones donde se instalaron lo cual propulsó la modernización de todas las prácticas y faenas que se nuestros ganaderos empleaban tradicionalmente.

Como consumidores al menos debemos comprender como esto nos está afectando y para ello nada como las cifras gruesas. Entendamos primeramente que se están ocupando propiedades en las cuales, además de los rebaños puros destinados para la recría, se mantiene aproximadamente un rebaño de 120 mil animales donde se sabe hay unos 46 mil vientres entre vacas y novillas aptas para la reproducción y que le generaban a la compañía y al país entre 15 y 20 mil animales machos de calidad todos los años. Estos animales después de engordados representaban entre 4, 5 y 5 millones de kilos de carne en canal que desafortunadamente van a dejar de ser producidos y por consiguiente dejarán de llegar a los supermercados y demás expendios de carne fresca nacional donde la comprábamos y llevábamos a nuestra casa para disfrutarla con nuestra familia. Como una información complementaria, el componente nacional está hoy escasamente aportando una tercera parte de la carne que se consume anualmente en el país, cuando en el año 2003 cubríamos la totalidad de la demanda.

Continuar negándonos a aceptar que cada atropello que se comete contra la propiedad rural nos quita kilos de comida que es producida en el país de una manera económica, fresca, segura y de calidad de nuestros platos y los de nuestros hijos y nietos, es una actitud suicida. Cambiemos de una vez por favor y entendamos que se trata de nuestro país, de nuestros alimentos y de nuestros productores a quienes se les está destruyendo junto con nuestro provenir.

Para un país que necesita crecer y fomentar su Seguridad Alimentaria con criterio y sentido común como el nuestro, contar con una empresa como la Compañía Inglesa es lo mejor que le puede pasar. Ocuparla ilegalmente y acabar con su operación en el país, no solo significa una afrenta para la historia ganadera de Venezuela, es además condenarnos irresponsablemente a la terrible dependencia externa lo cual demuestra las claras y perversas intenciones que están involucradas. Un estado que desee incrementar la producción de carne y mejorar la alimentación de su población no solo jamás habría tocado a Agroflora, en su lugar habría promovido las condiciones para que crecieran y se crearan en el país mil compañías inglesas más.

Por cierto, quien le diga que en socialismo todas las propiedades intervenidas están produciendo más que antes es un vil embustero y lo que está es metiéndole cuento chino, si no pregúntenlo a los empleados de las fincas que han sido confiscadas."

Ref. Otto Pérez Pernía. Ingeniero Agrónomo y Productor Ganadero

 

"Mas Dios ha de permitir

que esto llegue a mejorar,

pero se ha de recordar

para hacer bien el trabajo

que el fuego, pa calentar

debe ir siempre por abajo"

(Martín Fierro de José Hernández)

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