miércoles, 14 de noviembre de 2007

La economía venezolana hoy

"Todos los índices señalan que no obstante el crecimiento económico durante 16 trimestres consecutivos, nuestras unidades de producción desaparecen y estamos perdiendo terreno frente al avance de otros países y regiones. Y ello, se refleja directamente en la injusta inflación y en la creciente escasez de productos y servicios que golpea de manera inclemente a la población venezolana, especial y dramáticamente a los diez millones de venezolanos más pobres, a los que tienen menos recursos y más padecen las injusticias.

Venezuela está en una crítica situación de escasez de vivienda para los más necesitados. En lo que va de gobierno se han construido sólo 265 mil viviendas. Con un déficit de 1.700.000 mil viviendas y un incremento en la demanda de 110.000 viviendas por año.

La inflación ha destruido el salario del trabajador. De enero de 1999 a octubre del 2007 refleja un incremento del 297 %. Los nuevos incrementos y beneficios han sido golpeados y desaparecidos por una incontrolable inflación. Nuestro Bolívar pierde terreno ante otras monedas. Y ahora para colmo se nos impone uno de los gravámenes más perniciosos para la economía del país, como es el Impuesto a las Transacciones Financieras.

La escasez de lo básico, un aspecto que nunca habíamos vivido, en tiempos de bonanza o debilitamiento petrolero, es ahora una amenaza creciente. Hoy hay 24 veces más dinero en la calle que hace 9 años. ¿Pero nos sentimos 24 veces más ricos? Un país no es más productivo por tener más dinero circulando....lo es cuando es capaz de producir mas y mejor, cuando sus ciudadanos consiguen reales oportunidades de desarrollo.

No hay que hacer ninguna encuesta para darse cuenta de que el gobierno mismo ha puesto a ganar al NO: NO hay leche, NO hay azúcar. Pronto será crítica la existencia de cereales, medicinas e insumos para la construcción y el trabajo eficiente en la producción agropecuaria. Y, la señal más dolorosa, el signo más preocupante: el desempleo.

Las cifras que tenemos señalan que sólo en los últimos ocho años, han sido clausuradas o cerradas unas 6.000 empresas o negocios. Esto representa aproximadamente la desaparición de alrededor de un millón estables fuentes de empleo.

Ello nos lleva a que comencemos a aceptar como una realidad la injusta economía informal, sin seguridad.

Mientras en las principales capitales de América Latina ocurre lo contrario, todas nuestras ciudades en los últimos años han cambiado su fisonomía, su calidez, su avance y modernización.
Los injustamente desempleados han tenido que tomar las calles para poder llevar con dignidad comida al seno de sus hogares.

Lo único que hemos visto crecer es el tamaño de un Estado dispendioso que no ha sido capaz de mostrar ni un solo ejemplo de producción efectiva en innumerables proyectos: Gallineros verticales, Fundos Zamoranos, Centrales Azucareros, Cooperativas de toda naturaleza, etc. Un Estado que ante esta evidencia, ha optado por tomar para si empresas que estaban en pleno proceso de generación de riqueza, adquiriéndolas con la única excusa de ser estratégicas. Los Estados realmente poderosos en el planeta, no son dueños de otra cosa que no sea la unión de su pueblo, el trabajo libre de sus ciudadanos y su capacidad de generar leyes que todos cumplan por igual.

Ref. José Manuel González, Presidente de FEDECÁMARAS. Caracas, 13 de noviembre de 2007

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