
Mientras en misma fecha, al pollo beneficiado se le fijó un Precio Máximo de Venta al Público (PMVP) de 4.550 Bs por kilogramo o sea 57,02% del valor fijado para la carne en canal. A la pechuga de pollo se le fijó un precio de 7.000 Bs/kg (7,00 BsF/kg) o 59,72% del precio de la carne de 1ra, y el muslo de pollo se reguló en 5.550 Bs/kg (5,55 BsF/kg) o el 58,51% de la carne de 2da.
Como quiera que el 25 de abril de 2008 se fijaron los nuevos precios del pollo sin liberar el ganado y ajustar la carne, las relaciones de precios actualmente existentes entre el pollo y la carne, impactan severamente desde ya las relaciones de oferta, demanda y consumo de carne, por lo que resulta urgente que el Gobierno resuelva los nuevos precios de la carne e inclusive excluya del control al ganado en pie debido al desestímulo que a la mejora ganadera representa fijar un mismo precio para todas las clases y calidades de ganado, preciándose igual la vaca vieja que el tierno novillito.
Así por ejemplo el nuevo precio al detal del pollo beneficiado de 8,39 BsF/kg que el Gobierno aumentó 84,4%, es mayor (105%) que el precio vigente regulado de la carne en canal de 8,00 BsF/kg. La pechuga de pollo que el Gobierno aumentó desde 7,00 BsF/kg hasta 19,88 BsF/kg (84%), se precia muy por encima al 168,6% de la carne de 1ra regulada en 11,79 Bsf/kg. Y en el caso del muslo de pollo, el nuevo precio fijado hasta 17,75 BsF/kg para un incremento 222,7% respectivamente, resulta el muslo de pollo también más caro actualmente que todos los cortes de carne de 1ra como la chocozuela, la pulpa negra, el ganso, el muchacho redondo y cuadrado, etc.
Debido a que este mayo 2008 el desfase y distorsión de los precios fijados vigentes de la carne, presionan su demanda, oferta y consumo en el país, el Gobierno está obligado con urgencia a liberar el ganado en pie y ajustar el precio de la carne en canal y al detal. Caso contrario la escasez de ganado y el desabastecimiento de carne resultante por la baja de la producción y arrime de ganado gordo a los mataderos podría agudizarse, e inclusive comprometerse las importaciones de carne de calidad comparable a la nacional, por los bajos precios regulados.
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