
El 80 por ciento de la pesca mundial en aguas dulces está en África y Asia. En ambos continentes algunas regiones experimentarán un calentamiento mayor que el promedio anual mundial, lo que se traducirá en menos lluvias y disminución del nivel de los lagos, que ya ha bajado debido sobre todo a que las personas usan más agua.
Los océanos de las regiones tropicales y las latitudes medias serán menos productivos pero, en cambio, en los océanos de aguas más frías aumentará la productividad. Muchos peces no toleran el aumento rápido de las temperaturas. Cambiarán las pautas de distribución de los peces, y los
cambios serán más fuertes y acelerados para las poblaciones de peces que se encuentran en los márgenes de su hábitat.
cambios serán más fuertes y acelerados para las poblaciones de peces que se encuentran en los márgenes de su hábitat.
Se modificará el reloj biológico de las especies, en particular él de aquellas cuya vida es más corta. Algunas especies de plancton florecerán antes, lo que producirá un desencuentro entre las etapas iniciales de la vida de los peces y sus presas, con la consiguiente disminución de las poblaciones.
Los arrecifes coralinos son el hábitat de numerosas especies marinas del mundo. El cambio climático los amenaza doblemente: destiñe los arrecifes coralinos y los destruye, y la mayor acidez del mar interrumpe la calcificación. Los corales no pueden desplazarse fácilmente hacia
latitudes más elevadas porque no hay superficies adecuadas para su formación.
La pesca y la acuicultura son esenciales en el suministrode alimentos, la seguridad alimentaria y la obtención de ingresos. Cerca de 42 millones de personas trabajan directamente de pescadores y acuicultores, y cientos de millones más participan en actividades afines, la mayoríade ellos en los países en desarrollo. Las exportaciones de pescado incrementan los ingresos de divisas, de particular importancia para las economías en desarrollo. En realidad, los alimentos acuáticos son los principales productos alimentarios del comercio, antes que los productos agrícolas.
El pescado es una importante fuente de proteínas en la alimentación de muchas personas pobres, en la que a menudo predominan alimentos básicos feculentos. El pescado comprende cerca del 20 por ciento de la proteína animal en la alimentación de más de 2 800 millones de personas, y puede llegar hasta el 50 por ciento en las regiones más pobres del mundo, sobre todo en África y el sur de Asia, y hasta el 90 por ciento en los pequeños estados insulares en desarrollo y las zonas costeras.
Las repercusiones del cambio climático afectarán a las personas que dependen de la pesca y la acuicultura al aumentar los costos de producción y comercialización y disminuir el poder de compra y las exportaciones, además de los peligros que presentará el aumento de las condiciones meteorológicas más difíciles. Las comunidades de pequeños pescadores de algunas regiones afrontarán una mayor incertidumbre al reducirse la disponibilidad, el acceso, la estabilidad y el uso de alimentos y suministros de origen acuático, así como las oportunidades de trabajo.
Ref. FAO. El cambio climático, la pesca y la acuicultura. Roma, 2008.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario