Parece que los venezolanos comeremos carne hasta que CADIVI se acabe o o cese el flujo de dólares subsidiados a 2,15 bolívares fuertes para la importación de ganado gordo de Brasil donde se ubica el gran negociado. Y cómo no va a ser así, si en Brasil hasta fiado le fletan a ultramar 25.000 toros gordos mes a los matarifes importadores, y el negocio da tanto que aunque se le mueren 8 a 10% en el camino, todavía pueden vender su carne fatigada al precio regulado, siempre dejando para su ventaja y por supuesto, los cortes “parrilleros” libres de regulación.
Por eso hoy viendo el reclamo de la asociación de matarifes importadores a CADIVI, por 24 millones de dólares (US$) que le adeudan a sus soc ios proveedores del Brasil, por 20.000 toros gordos fiados que no han pagado, todos en el sector productor ganadero nacional, nos preguntamos cuánto más les durará la manguangua a los matarifes importadores.
Al respecto lo único que se sabe, es que se acabará con el agotamiento de los dólares subsidiados de CADIVI a 2,15 BsF. Para ese entonces, el sector productor aspira a comenzar a cobrar la enorme cuenta por pagar que tienen los matarifes con ellos por todos los maltratos recibidos, que incluyen el odioso cupo en los mataderos y la reducción de precios del ganado nacional, inclusive por debajo de lo regulado, que han favorecido en todo este tiempo para hacerse con los dólares de CADIVI mientras los productores se arruinan . También podría pasar que el Gobierno decida la expropiación por causa de utilidad pública de los principales mataderos frigoríficos industriales, incluyendo Turmero y Barquisimeto, sacando así del negociado importador a los matarifes más emblemáticos. De suceder esto, se dice que serían pocos en el sector productor ganadero que levantarán su voz para defenderlos.
Por todo esto, los dólares fáciles de hoy dispuestos a través de las licencias a dedo que sigue otorgando el MAT para la importación de ganado gordo y carne, serán el hambre de mañana de los venezolanos. Los controles de precio, la inseguridad del secuestro y asesinato de ganaderos, las invasiones y confiscaciones de fincas, y las importaciones indiscriminadas de ganado gordo y carne, son determinantes en la disminución de la producción pecuaria nacional. Y como cada mes producimos menos ganado y carne, la menor oferta y los mayores precios que ya ocasiona la devaluación implicíta en la reducción de divisas subsidiadas para importar, conducen directo a la disminución del consumo de carne entre los venezolanos lo que es un hecho cierto que sucede ya.
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