domingo, 20 de junio de 2010

10 razones para seguir, volver e incorporarse al campo

Bajo este título, escribí en 2003, el original de este artículo para la Edición número 100 del prestigioso semanario Noticiero Agropecuario que bien dirige el amigo Rubén Flores. Desde entonces, tan agreste ha sido en Venezuela el entorno de la agricultura y la producción nacional, en favor de las fáciles importaciones de alimentos subsidiados, del control de precios y del populismo agrario oficial confiscador y repartidor de la tierra, la inversión y el trabajo ajeno, que no son pocos los productores y agroinversionistas que con razón, se sienten hoy como atrapados sin salida en el sector agroalimentario. Como quiera que "la esperanza es lo último que se se pierde", por aquellos de ¨llueve y escampa¨ , y ¨todo los que sube baja¨,  renovamos la confianza en un futuro agrícola mejor, invitando a nuestros amables lectores, a analizar estas diez razones para seguir, volver e incorporarse al campo. Esto advirtiendo que en lo que personalmente respecta, seguiremos en el campo hasta el final de nuestra vida útil, con las botas puestas. Leamos:

1) OPORTUNIDAD

Vista de mil maneras destacamos la oportunidad de trabajar y prosperar rápidamente en una actividad económica donde buena parte de los productores tradicionales están de salida y son muy pocos los nuevos inversionistas que desean entrar. Por supuesto aquellos que entran deben preguntarse primero porque muchos salen para tratar de no repetir sus errores y conocer con tiempo las dificultades de la actividad.

Los cambios por venir en el futuro mediato de la nación, avisoran un país agrícola llamado a enfrentar su destino que no es otro que el de la producción suficiente tanto para el abastecimiento interno como el de la anhelada exportación que posibilitar¡ finalmente el acceso de los agricultores al ingreso en dólares y otras divisas extranjeras.

2) DESAFÍO
Suena como se lee pero el desafío de la agricultura en estos tiempos cambiantes no es para cualquiera, algo que los productores experimentados pueden capitalizar de seguir en la actividad y dado que la experiencia es uno de sus principales activos completamente pagado. Para los que regresen, el desafío está en dejar a un lado sus aprehensiones y temores ante un eventual nuevo fracaso si es que antes lo tuvieron, para agarrar el toro del negocio agropecuario "por los cachos" como ya saben hacerlo. Esto mientras los nuevos inversionistas, especialmente aquellos que se desempeñaban en otras actividades económicas, descubren que la agricultura es un reto permanente a la voluntad y el talento, donde sus conocimientos, habilidades y destrezas gerenciales desarrolladas en esas otras actividades que ejercían, pueden ser muy valiosas y a efecto su principal ventaja competitiva al aplicarse ahora a la agricultura.

3) NECESIDAD
Si usted ya es agricultor o ganadero y tuvo la fortuna de llegar hasta donde ha llegado, sobreviviendo hasta ahora a todas las dificultades impuestas por el entorno, entonces ¿cuál es la idea de salir a estas alturas a probar suerte en otra actividad? Por el contrario apréstese a capitalizar sus activos revisando en detalle qué puede mejor hacer con ellos. Asuma su propia reconversión agrícola y despéjese de una vez de todas esas prácticas ineficientes que le cuestan dinero y tiempo. Y para los nuevos inversionistas del campo, la necesidad puede estar en la diversificación de sus actividades y fuentes de ingresos, algo que hace tiempo descubrieron muchos de nuestros agricultores y ganaderos, lo que en tiempos de crisis agrícola ha contribuido a su supervivencia.

4) SOLIDARIDAD
Si, el país necesita de sus productores agropecuarios para abastecerse de alimentos y materias primas, para crear fuentes de empleo estable en el campo, para poblar las zonas rurales y fronterizas, para cuidar del ambiente y los recursos naturales, en fin para ser la patria en que todos los venezolanos queremos vivir y trabajar en paz. En este sentido la solidaridad de sus agricultores y ganaderos se demuestra manteniéndose en la actividad. No como lastre al presupuesto público como tal vez pretendan algunos sino como pujantes empresarios decididos a desarrollar el campo y abastecer las ciudades.

5)FORTALEZA
La fortaleza para trabajar el campo no sólo viene del músculo infatigable que maneja el tractor u ordeña diariamente las vacas. El cerebro y el corazón siempre dispuestos los 365 días del año, de día o de noche, a las duras faenas del agro o la cría son la fortaleza intrínseca del agricultor o ganadero, una de sus principales razones para seguir, volver o iniciarse en el campo. Nadie más las tiene.

6) RAÍCES
Con qué se come eso de las raíces preguntarán algunos, pero para aquellos que son ya cuarta o tercera generación de agricultores y ganaderos, la tradición familiar en la actividad agropecuaria no tiene discusión. Y no es que se pretenda que todos en la familia se mantengan en la actividad, pues como ya hemos señalado la diversificación tiene sus ventajas. Sin embargo no es mucho lo que se pueda hacer o aconsejar para aquellos que se consideran productores por antonomasia.

7) CULTURA
Es el otro factor que decide quién se queda y quién se va. La cultura agropecuaria entendida como el conocimiento técnico y práctico efectivo de los distintos negocios que ofrece el agro y la cría, es una combinación de aprendizajes y experiencias que solo se adquiere en la "universidad del campo". No tiene nada de folklore aunque algunos confunden éste con cultura agropecuaria, nada que ver! Esta es al agricultor o al ganadero como el moderno radar al aviador o navegante: indispensable. Aquellos que se inician en la actividad, con suerte y buen dinero pueden contratarla.

8) TIEMPO
¿Cuántos años de edad tiene el agricultor o ganadero que esto lee? A los 74 años de edad habrá arribado al promedio de vida del venezolano, así que no pierda tiempo y reste su edad de este número antes de continuar leyendo este artículo para conocer exactamente cuanto tiempo le resta de actividad productiva asumiendo que con buena salud arribe a la edad promedio del venezolano. Así por ejemplo, el que esto escribe le quedarán según su propia resta: 15 años! Al margen de la crudeza del planteamiento, la idea es que cada quién conozca sus limitaciones ya que el tiempo que se dispone, coincidirán conmigo, es la primera de todas ellas. Siendo la agricultura o la ganadería una actividad que requiere tiempo - un tiempo para sembrar y otro para cosechar, el corto, mediano o largo plazo de su desarrollo debe ser muy tomado en cuenta antes de intentar seguir, volver o iniciarse en el campo.

9) CAPACIDAD
La medida de la capacidad del empresario moderno es él mismo. De ejemplo fuera de serie está Bill Gates quién se inició en el negocio de las computadoras trabajando en el garage de una casa y antes de que usted termine de leer este artículo habrá añadido varios millones de dólares más a su inmenso patrimonio. Sin embargo en la agricultura no es frecuente observar estos fenómenos aunque debemos saber si existen. El mundo moderno es ahora más complicado que nunca fue, pero la globalización ha trascendido a casi todos los países obligándonos a todos a competir, queramos o no, cuestión cuya primera resistencia ofrecen los políticos populistas y quienes les siguen, retrasando el progreso de nuestras sociedades y de lo cuál en Venezuela no necesitamos comentar mucho pues está a la vista el fracaso de esos políticos y sus políticas gobierno tras gobierno. Por eso los agricultores y ganaderos que deseen seguir, volver o iniciarse en el campo deberían asumir la integración vertical y la escala en la medida de sus capacidades. Esto implica no solo la modernización de las faenas sino todo un cambio gerencial y de actitud, que resume la capitalización máxima del tiempo del empresario y la empresa agropecuaria hacia la producción costo eficiente de grandes volúmenes de cada rubro en particular.
10) CAPITAL
Si está decidido a finquear en estos tiempos prepárese para invertir en grande por aquello de la escala competitiva. Las necesidades de capital superan hoy en día cualquier expectativa anterior del productor tradicional. Nuevas formas de asociación tendrán que ser asumidas y la empresa agropecuaria corporativa versus la personal o familiar, ser¡ cada vez más necesaria para reunir el enorme capital indispensable para seguir, volver o iniciarse en el campo. Al respecto la experta asesoría financiera es obligante, tanto a la hora de negociar créditos agropecuarios con los bancos como para asegurar las previsiones del flujo de caja para honrar los créditos en las fechas de su vencimiento.

¡Éxito!

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